28 marzo, 2024

Conmoción en Bariloche: una breve discusión y un disparo sorpresivo en medio de una multitud que no vio nada

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Las conversación entre Valeria Coppa y Mariano Cordi duró solo unos minutos. La mujer no quería estar ahí. Tenía miedo. Por eso había citado a su ex pareja en el lugar más público cercano a su trabajo, justo en la escalera que da a la puerta principal de la Catedral de la ciudad a eso de las 16. Si algo malo podía pasar no iba a ocurrir allí, imaginó ella.
En esta época del año el espacio se puebla de cientos de turistas y vecinos que aprovechan del sol del verano para descansar en el césped, a unos 100 metros del Lago Nahuel Huapi. También hay artesanos vendiendo sus pulseras y casi todas las tardes se escucha el sonido rítmico de una escuela de batucada que hace presentaciones al aire libre.
Pero Cordi usó todos estos elementos a su favor y en contra de la víctima. El volumen de los tambores le sirvió para acallar un disparo con un .22 artesanal, construida con un cilindro que hacía pensar en una lapicera; y la multitud de visitantes, le sirvió como una puerta de escape, una “selva” donde camuflar su metro 90 de estatura.
Según pudo reconstruir Clarín, a partir del relato de los vecinos y de fuentes oficiales, Cordi y Coppa mantuvieron una conversación corta que la mujer dio rápidamente por concluida. A pocos metros la gente no dejaba de deambular y en las calles aledañas los autos colmaban los espacios de estacionamiento pago.
En un instante, Cappa decidió irse, se giró sobre sí misma y alcanzó a agarrar el volante de su bicicleta en la que se trasladaba. Vestía ropa deportiva: remera y calzas. Cordi aprovechó su distracción para extraer el arma de entre sus ropas y le disparó a la cabeza a centímetros de distancia. No podía fallar.
Coppa cayó de espaldas junto a su bicicleta con un pequeño hilo de sangre saliendo de la parte de atrás de su cabeza. Cordi la dejó en el suelo y emprendió la fuga caminando como si no hubiera sucedido nada. Una cámara de vigilancia alcanzó a captarlo andando hacia el centro donde habría estacionado su vehículo. Esta brutal secuencia ya fue cotejada por los investigadores.
“Había mucho calor y un montón de gente, yo no vi qué pasó pero me acuerdo de cómo estaba el día, había música también, como una batucada que se escuchaba fuerte”, le cuenta a Clarín la empleada de un hotel de las cercanías. “Lo primero que me contaron fue que ellos estaban hablando muy cerca el uno del otro, entonces había centímetros entre los dos cuando le disparó”, agregó.
“Había gente y música, no sé cómo los que estaban ahí frente a la Catedral no vieron nada, yo me acordaría”, cuenta un artesano que vende pulseras y recorre esta zona varias veces todos los días. “Música y calor y un montón de gente, así estaba el día”, dice por su lado una tarjetera que trabajó a unos 100 metros de la Catedral.
“Yo lo único que espero es que lo encuentren muerto a ese hijo de puta, que se haya suicidado, es un hombre muy peligroso”, le dice a este diario Juan Coppa, padre de Valeria. El padre tiene a su cargo los dos nietos y en su puerta se mantiene una constante vigilancia policial. “Uno no sabe qué podría hacer, y como no lo encuentran el peligro sigue. La verdad que no sabía que era violento”, explica.
Los vecinos que conocían a la victima le cuentan a Clarín que la anterior pareja de Coppa, el padre de uno de sus hijos, fue una persona violenta durante la relación y que hubo denuncias judiciales por parte de la abuela y madre de Valeria, Marianela Ubilla, por agresiones. En una de estas tórridas peleas de pareja, la abuela quiso separarlos y ligó un puñetazo de parte del hombre que le hizo volar un diente, cuentan personas cercanas.
Este diario pudo averiguar que Cordi habría tenido reacciones violentas y poco razonables las que fueron narradas en varias ocasiones por los padres a sus amigos. “El tipo es un loco que salió de una familia normal y no sabían qué hacer con él”, cuenta un vecino que los conoce bien.
Fuentes de la investigación confirmaron que Cordi se dedicaba a la elaboración de armas artesanales como trampas caza bobos y pistolas artesanales. En 2016 se vio involucrado en una denuncia por abuso sexual y en la misma época tuvo una causa por tenencia ilegal de armas. De ambas salió sobreseído.
La policía de Río Negro y Gendarmería Nacional continúa con la intensa búsqueda en la periferia de Bariloche y en el paraje Ñirihuau donde el sospechoso pasó varios años.

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