28 marzo, 2024

Alberto Fernández dijo que trabajaría con el FMI si se adelantan las elecciones

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). En la reunión del lunes que mantuvieron Alberto Fernández y sus economistas (Cecilia Todesca y Guillermo Nielsen) junto al staff del Fondo Monetario (Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, Roberto Cardarelli, economista jefe para el caso argentino y Trevor Alleyne, representante en la oficina local del FMI), el candidato del Frente de Todos precisó que sus equipos técnicos podrían sólo trabajar en la mesa junto a los del organismo si es electo Presidente. “De lo contrario hablar hoy conmigo es lo mismo que con José Luis Espert”.

En ese contexto, Fernández dijo que no hay muchas chances de modificar la fecha de elección y que, como mucho, “la lógica sería un adelanto”. Según la Constitución la elección general debe ser 60 días previos al traspaso del poder, con lo cual el adelantamiento podría ser para el 10 de octubre como mucho. “Ni el FMI ni Fernández sugirieron adelantar las elecciones”, contó un testigo del encuentro. “El temarozó la conversación en el contexto de un planteo técnico del staff sobre cuando ponernos a trabajar”.

El FMI negó en la noche del lunes haber sugerido “un adelantamiento de las elecciones” durante la reunión con Fernández. “El Fondo Monetario Internacional desmiente categóricamente que miembros de la delegación actualmente presentes en Argentina, hayan sugerido adelantar las elecciones presidenciales por supuestas preocupaciones acerca de un hipotético ‘vacío de poder’”. Previamente, el Frente de Todos acusó al Gobierno y al FMI por “la catástrofe social” del país. Fernández, quien es abogado y profesor universitario, hizo la disquisición de que -de acuerdo a la Constitución-, no hay mucha chance de modificar la fecha de elección y que, como mucho, se podrían llamar para el 10 de octubre, pues la elección general (en caso de ser definitiva y no se deba ir a un balotaje) debe ser 60 días previos a la entrega del poder.

Los funcionarios del organismo reconocieron en la sede del comité del Frente de Todos que la economía argentina atraviesa una situación poco frecuente: una distancia exagerada entre el resultado de las PASO (11 de agosto), las elecciones generales (27 de octubre) y, más adelante, la entrega del mando (10 de diciembre). El organismo desea que los economistas de Alberto Fernández trabajen un escenario macroeconómico en el que el candidato resulta elegido presidente y cómo se comportarían esas variables. Los técnicos del Frente de Todos justifican que resulta difícil proyectar qué decisiones tomarán porque no saben qué sucederá con la economía en los próximos meses. Esbozan preocupación sobre la dinámica de los acontecimientos financieros de las últimas horas.

Lo cierto es que los cálculos del FMI sobre la economía argentina en el último staff report -que habían previsto junto a las autoridades económicas del país-, quedaron en desuso principalmente después de los saltos que registraron el dólar y el riesgo país. Esto, amenaza el cumplimiento de casi todos los supuestos sobre los que se justifica el desembolso de US$ 5.400 millones para fines de septiembre o principios de octubre. Algo de eso señaló ayer el economista Carlos Melconian cuando dijo que “el programa del FMI es incontinuable”.

Según describieron representantes del organismo en el comité del Frente de Todos en el barrio de Monserrat, la situación que enfrentan para llevar adelanta el programa con la Argentina es “inédita” en referencia a la conformación del calendario electoral y cómo sus tiempos (más el resultado de las PASO) han impactado en los precios de la economía (e impactarán). Fernández manifestó su compromiso a trabajar con el organismo al día siguiente en que sea electo presidente, no antes.

Una misión del FMI se halla de visita en el país. Sus integrantes se reunieron con las autoridades económicas del Gobierno y los asesores de los candidatos principales a Presidente. El motivo del viaje del staff ha sido -según explicó un comunicado del organismo-, para que tomara conocimiento de primera mano sobre los acontecimientos en la economía tras el resultado de las PASO. Básicamente, sucedió que el precio del dólar saltó de $ 45 a $ 60 (ayer cerró a $ 58,66). Y el Gobierno, para contrarrestar el revés electoral, anunció una batería de medidas fiscales expansivas que no estaban contempladas en la hoja de ruta con el Fondo. El Gobierno sostiene que el impacto fiscal de las mismas es casi nulo -el equipo económico calculó que el costo de las mismas equivale a $ 80.000 millones que serán compensados por la mayor recaudación-.

En privado, los economistas del Frente de Todos son críticos de las medidas de alivio que tomó el Gobierno tras las PASO. Advierten que podrían desfinanciar el 2020. También apuntan a que el Gobierno Nacional pretendió el lunes que el Frente de Todos apoyara públicamente a la negociación de Argentina con el FMI para que desembolsara el giro de US$ 5.400 millones. Fue luego de que creyeran que la marcha del sábado les otorgaba más legitimidad. “Nos quieren hacer corresponsables y que ellos reciban el giro”.

Fuente: Clarín

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