29 marzo, 2024

Murió la madre de José Arce: ¿Con quién vivirán ahora los hijos del femicida?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Antes de la noticia, el contexto, que roza lo inverosímil: un hombre –en complicidad con su madre- manda a matar a su ex, Rosana Galliano, de 29 años, mamá de sus hijos, de 2 y 4. Por el femicidio la Justicia dicta la prisión perpetua para ambos. Rápidamente consiguen el arresto domiciliario y, como si el hombre fuera un viudo común y silvestre, los chicos quedan bajo su tenencia, obligados a vivir con el asesino de su madre. Un día, diez años más tarde, el hombre muere. Uno de los chicos, el menor, se muda con su tía materna. El otro se queda con su abuela, también condenada en forma perpetua. Pero todo comenzó a tomar un rumbo diferente, luego de que el sábado, esa mujer, Elsa Aguilar (87), muriera, precisamente un año después que su hijo, el femicida José Arce

“Hoy ya se viene conmigo”, contó a Clarín Mónica, hermana de Rosana, en referencia a su sobrino mayor, de 16 años. El menor, de 14, vive con ella desde hace un año. Según Mónica, “esta semana ya se iba a resolver la tutela y supongo que ahora, con lo de esta señora, lo van a resolver más rápido. Sólo me queda presentar el certificado de defunción en el juzgado y listo”.

Elsa Aguilar murió el sábado, casi un año exacto después que su hijo, José Arce. Ambos habían sido condenados a cadena perpetua por el femicidio de Rosana Galliano. Foto: Néstro García

Durante diez años, desde el crimen de Rosana en 2008 hasta la muerte de Arce, los chicos se vieron obligados a convivir con el asesino de su mamá y con su abuela, más allá de que esos adultos hubieran sido condenados –con sentencia firme- por ser responsables de un “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por alevosía y por haberse cometido de forma premeditada por dos o más personas”.

Elsa Aguilar murió el sábado, casi un año exacto después que su hijo, José Arce. Ambos habían sido condenados a cadena perpetua por el femicidio de

Como explicó a este medio Oscar, tío materno de los chicos, “es una cosa de locos que la Justicia avalara esa tenencia, estando vigente la Ley de Responsabilidad Parental. El padre murió el año pasado, pero ya desde antes tendrían que haber hecho una quita automática de la tenencia del femicida condenado. Nada de eso pasó”.

Oscar se refiere a una ley sancionada en 2017, que estipula la quita de la responsabilidad parental (la famosa “patria potestad”, antes del nuevo Código Civil) para, entre otras figuras penales, los casos de condenados por homicidio agravado por el vínculo o por violencia de género contra el otro progenitor. 

Pero, incluso dejando de lado esa incomprensible inconsistencia, cuesta creer que, una vez fallecido Arce, el mayor de los chicos se haya quedado junto a su abuela, Elsa Aguilar, tomando en cuenta dos cuestiones: la primera, que los padres de Rosana pidieron varias veces a la Justicia -sin ninguna suerte- la tenencia de los chicos. La segunda, que, según se reveló durante el juicio, Aguilar y su hijo planearon y pagaron para asesinar a Rosana. Por eso, al confirmar las condenas, la cámara de Casación se refirió a las amenazas del hombre, los episodios violencia de género​ y la influencia que en esos actos ejercía Aguilar, suegra de Rosana. “Tenían sólidos motivos para matar a la víctima”, afirmó el fallo judicial.

La imagen es de 2013, durante el juicio en el que José Arce y Elsa Aguilar fueron condenados a cadena perpetua. Archivo

“No es que el chico no haya querido venir a vivir conmigo. En ese momento, él me dijo que, si no se podía, iba a venir a casa, pero que prefería quedarse con su abuela mientras viviera”, explicó Mónica.

Oscar, otro de los hermanos de Rosana, mostró un punto de vista diferente. “Lo único que te puedo decir es que ahora mi hermana descansa en paz”, evaluó, en referencia a la muerte de Elsa Aguilar. La mujer había quedado internada en un hospital de Pilar el jueves y falleció el sábado.

Elsa Aguilar murió a los 87 años. Foto: Néstor García

Elsa Aguilar murió a los 87 años. Foto: Néstor García

Mónica, sin embargo, prefiere mirar hacia adelante: “A mí me causa tristeza por los chicos, no por otra cosa. Están solitos. Bueno, es un decir: estoy yo y la familia. Pero me da cosa pensar qué les pasará por la cabeza. Tantas cosas vividas a tan corta edad. Ahora vamos a ver cómo continúa esto”.

Según el Observatorio de Femicidios del Defensor del Pueblo de la Nación, de enero a octubre de este año hubo 229 femicidios, o sea, 1 cada 32 horas. Tres de cada cuatro fueron cometidos por parejas, ex parejas, amantes o novios. Por los asesinatos, 122 chicos quedaron sin madre.

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