29 marzo, 2024

El plan Guzmán, un experimento que enciende alertas en Wall Street

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Martín Guzmán trabaja un modelo macroeconómico para llegar al superávit fiscal primario y, de ese modo, estabilizar la deuda. Según cálculos de la consultora Eco Go, el ministro partirá de un rojo de 0,9 % del PBI que se transforma en 3,9% del PBI al incluir el pago de intereses. Es por ello que para el ministro es clave convencer a los acreedores de aceptar que Argentina no pague el capital ni los intereses de la deuda en 2020-2021. El 2022 está en veremos. El año que viene Alberto F. afrontará vencimientos por unos US$ 30.000 millones con el sector privado. En 2021, US$ 12.000 millones. En 2022 y 2023, US$ 32.000 millones cada año (hay que empezar a devolver el préstamo al FMI).

¿Por qué Guzmán hace este planteo de una reestructuración tan agresiva? Sostiene que cada dólar que el país pague de ahora en más a los tenedores de bonos agravaría más la recesión. Y que si el país no logra crecer en ese período de gracia (2020-2021), dependerá siempre de un boom de commodities o la euforia de los mercados para financiarse, como le sucedió al kirchnerismo y al macrismo. Matías Kulfas habla de duplicar las exportaciones. El interrogante es cómo lo hará. Guzmán esgrimió estos argumentos en dos entrevistas a Clarín y Cítrica Radio en octubre.

Bancos y fondos tenedores de títulos públicos descuentan años de desierto por delante en materia financiera y rendimientos de sus inversiones tras las declaraciones del futuro ministro. A esta altura sólo se preguntan cómo se les devolverá el dinero, si los cupones que no devenguen intereses se capitalizarán, si se aplicará una quita al capital u obtendrán el 100% al final del período. Detalles que los bancos encargados de armar menús de oferta de reestructuración le llevarán a Guzmán en las próximas horas. Algunos de ellos ya estuvieron en Buenos Aires.Newsletters Clarín El nuevo Gobierno

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Un ejercicio de la consultora Elypsis que hizo esta semana calculó que si el país se compromete a un superávit primario de 1% del PBI para 2021, y la economía crece al 2%, “es realista asumir una quita de al menos de 20% del capital para asegurarse la sustentabilidad de la deuda”. Es el modelo ucraniano.

El equipo económico seleccionará la oferta que mejor se adapte a su esquema macroeconómico. Guzmán dijo que el modelo uruguayo no aplica porque Uruguay se benefició del superciclo de las commodities.

El ministro dedicó su tiempo a investigar y repasar la biblioteca económica para estudiar los países que fracasaron en estas peleas y disputas, ya sea porque demoraron la reestructuración para no llevar nerviosismo a los mercados, o porque no fueron a fondo con la quita. Esto mismo sostiene en su libro ‘Demasiado poco, demasiado tarde’, junto a Joseph Stiglitz. Para el futuro ministro se deberá resolver el tema de la deuda pronto y de manera profunda. Un viaje a Estados Unidos del propio ministro de Economía o alguien de su equipo -o juntos- ya estaría definido. Podría ser antes de fin de año. Guzmán tendrá una agenda internacional activa. Tal vez para contrarrestar las críticas de los mercados, busque el apoyo del progresismo global como Stiglitz.

¿Aceptarán los inversores que Argentina les diga que no les pagará durante dos o tres años? Guzmán apuesta que sí. Dice que comprenderán que si el país no se recupera no podrá cumplir sus compromisos. Los inversores, continúa el economista, tienen la certeza de que Argentina no recibirá más el dinero del FMI y ya no podrán presionar para beneficiarse de los desembolsos del organismo: Macri gastó gran parte de ese dinero para pagar los intereses de la deuda en estos años.

¿Y los inversores qué responden? ¿se dejarán convencer del argumento de Guzmán, ‘si te pago me hundo más y necesito que me des tiempo’? Coinciden en que Argentina tiene que llegar al superávit fiscal. Pero no les gusta que ellos tengan que dejar de cobrar. Al ministro le contestarán que la Argentina no crece porque no recibe inversión suficiente.

Daniel Marx, ex negociador de la deuda con Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa, y consultado sobre la estrategia de Guzmán de posponer los vencimientos, tiene la impresión de que “primero hay que saber bien en qué consiste el plan del nuevo ministro porque no vimos detalles más allá de declaraciones”. Pero vislumbra un riesgo: “Está bien pensar en eso de despejar el horizonte del pago de los intereses -dice sobre la idea de Guzmán de darle aire a la economía para que crezca-, pero la actividad no crecerá si no se recupera el crédito. Las empresas que tienen que hacer un plan de negocios para 2020 ya están pensando cómo se financiarán, ¿tendrán acceso o no al mercado de capitales con la movida que hará Guzmán? “Esto que veremos es algo nuevo, dice Federico Furiase, economista de Eco Go.

Fuente: Clarín

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