29 marzo, 2024

La historia de Kevin Leyes, el joyero del trap argentino que tiene 19 años, nació en un barrio humilde y estudió en Silicon Valley

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Esfuerzo y carencias, computadoras y Silicon Valley, mucho brillo y trap. Así, muy rápido, se podría resumir la corta vida de Kevin Leyes, un emprendedor de sólo 19 años que nació González Catán y creció en Pontevedra, en Merlo, en un contexto de una familia humilde y se convirtió en un autodidacta informático que estudió en Silicon Valley, la meca de la tecnología, y hoy le vende joyas a los músicos de moda.

Team Leyes es una startup que diseña y fabrica joyas –de fantasía y verdaderas– cuyo universo es el mundo del reggaetón y el trap. Y no sólo es para fanáticos de ese tipo de música: los productos que Kevin diseña en Argentina y produce en Europa y EEUU, donde su empresa también está registrada, los usan artistas relevantes del rubro, como Ecko, Khea, Seven Kayne, Blunted Vato y Cacha, y celebridades como Alex Caniggia.

“Ahora tengo cierto estatus, por decirlo de alguna forma, pero vengo de una familia muy humilde. Vivo con mi mamá, que es maestra, y mi hermana. Mi viejo fue chofer de colectivo, pero perdimos el contacto por distintos temas. Mi infancia estuvo llena de tropiezos y fracaso que también me moldearon y usé para salir adelante. Forman parte de mi personalidad. Por eso soy un poco ambicioso como emprendedor”, asegura.

 Este contexto de dólar, con la devaluación del año pasado y los cambios nuevos, complican mucho. Esos saltos nos “matan”. Por eso cada vez tenemos que mirar afuera

A los 9 años se obnubiló por el mundo de las computadoras y la tecnología y no paró hasta convertirse en un programador autodidacta. Diseñó páginas y programó sitios web –primero en su casa, luego en una gráfica– y a los 12 ganó un premio del ministerio de Ciencia y Tecnología. Cinco años después fue seleccionado por la Embajada de EEUU en Argentina para ser parte del Youth Ambassadors Program y pasó por las Universidades de Virginia y Washington, en ese país. El año pasado hizo otro programa en EEUU, esta vez orientado a emprendedurismo y en Silicon Valley, en la Universidad de California en Berkeley. La startup que diseñó para una competencia del curso, un AirBnb de experiencias, fue una de las elegidas en la primera ronda y él se convirtió en embajador de TrepCamp.

Hace unos meses, con pelo platinado y luciendo las joyas de su empresa
Hace unos meses, con pelo platinado y luciendo las joyas de su empresa

“Intenté hacer ropa y muy rápido me di cuenta que tenía que ir a un segmento en el que no hubiera nadie. Por eso las joyas, un rubro en el que yo estaba metido y conocía, como los son el género urbano, el reggaetón y el trap”, detalla.

En diciembre de 2017, cuando tenía 17, lanzó su empresa, Team Leyes, una tienda y una marca de joyas, que está registrada como compañía en EEUU y en Argentina, y que el año pasado facturó unos $6,5 millones. En el medio, recibió aportes de USD 50.000 para uso de servicios, a través de concursos y programas para emprendedores, de empresas como Amazon Web Services, Google Cloud, Stripe y DigitalOcean.

 Cuando vas a fuera te das cuenta que es todo un poco más fácil, para arrancar al menos. La presión impositiva no es tan alta y en el balance te das cuenta de que hay más facilidades y más mercado para todo

– ¿Cuánto valen tus productos y dónde los hacen?

– El diseño es local, 100%. Los hago yo. También la logística, la atención al cliente, con la que me ayuda parte de mi familia, y la difusión. Y fabricamos en Estados Unidos y Europa con socios con maquinarias especializadas en este tema. Tenemos productos caros y otros de muy buena calidad. Cadenas, pulseras, anteojos. Valen entre $3.000 y $6.000, y luego hay ediciones premium en las que un reloj tiene un precio de más de $60.000. También tenemos asociaciones con artistas muy conocidos a los que les hacemos diseños exclusivos en base a sus logos y sus ideas.

Leyes en el headquarter de Facebook en Silicon Valley
Leyes en el headquarter de Facebook en Silicon Valley

– ¿Cómo impacta el dólar en el negocio?

– Este contexto de dólar, con la devaluación del año pasado y los cambios nuevos, complican mucho. Los saltos nos “matan”. Por eso cada vez tenemos que mirar más afuera, lamentablemente. Los márgenes de ganancia bajaron mucho y ni hablar del impacto por la caída del consumo. A nivel local operamos de manera normal, pero con precios más altos. No queda otra.

– ¿Cómo ves a la Argentina?

– La verdad, complicada. Soy chico y llevo poco tiempo al frente del emprendimiento, pero está todo muy inestable. Cuando vas al exterior te das cuenta que es todo un poco más fácil, para arrancar al menos. La presión impositiva no es tan alta y en el balance te das cuenta de que hay más facilidades y más mercado para todo. Son países que están más o menos bien, la gente está bien y las empresa les va bien. Afuera no pueden creer la decadencia en la que caímos. Igual, soy optimista, siempre lo fui, No hay que bajar nunca los brazos. No hay que enfocarse en lo negativo, hay que seguir adelante y darle y darle para lograr los sueños.

En una de las clases en EEUU
En una de las clases en EEUU

– ¿Cómo planifican la expansión del negocio?

– Queremos expandirnos en EEUU y abrir tiendas físicas a nivel local. Para eso, para escalar, estamos buscando socios y seguir trabajando con artistas, locales e internacionales, algo que fue clave para crecer de la manera que lo hicimos. Quiero que el negocio crezca, acá y en el exterior. Y no me cierro a nada. Mi background de tecnología está siempre presente y si esto va bien espero que pueda financiar otras aventuras.

– ¿Qué inversores buscás?

– Ya hay algunos contactos a nivel global. Queremos instalar la empresa y para eso buscamos un socio financiero que nos permita crecer.

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