28 marzo, 2024

Gays en el Congreso: La adopción, el tema central

Aceptar el matrimonio civil entre personas del mismo sexo no es lo mismo que dar niños en adopción a esas parejas. Los legisladores tienen una decisión muy delicada por delante, con impacto en la sociedad durante las próximas generaciones. Y cabe preguntarse si son conscientes de semejante trascendencia. Al fin de cuentas, ¿tenían idea de lo que votaban cuando aprobaron el default? Unos creen que sí, otros que no
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El diputado nacional Agustín Rossi (Santa Fe-FpV) le explicaba, días atrás, al periodista Jorge García (FM Identidad) que si existe la posibilidad de adopción para un monoparental (persona sola), ¿por qué no habría de permitirse la adopción de niños a matrimonios homosexuales?
Hoy, 28/04, la diputada nacional Mónica Hayde Fein (Santa Fe-Partido Socialista), insistió con ese argumento en igual espacio radial.
Pero no es equivalente una familia monoparental (compuesta por un solo miembro de la pareja) que un matrimonio homosexual.
Sin duda, Rossi y Fein afirmarían que no se puede discriminar entre los derechos de heterosexuales y homosexuales. Sin embargo, ellos están discriminando a los monoparentales a partir de su comparación. Ocurre que no comparan a un matrimonio homosexual con uno heterosexual sino a uno gay con un monoparental, que puede ser heterosexual.
El escalón siguiente del debate sería si los derechos civiles de homosexuales y heterosexuales son equivalentes o no.
Por supuesto que sí, en la mayoría de los derechos. Pero ¿qué hacer con la adopción de niños?
Muy difícil decisión la de los legisladores porque están estableciendo pautas de comportamiento social, con impacto en el diseño familiar en generaciones futuras.
Un monoparental puede transmitir a su hijo adoptivo/hijos adoptivos el concepto de que falta alguien en la familia, de un sexo diferente al suyo. Pero en un matrimonio homosexual, no hay ausencia de nadie. Todo está presente y es uniforme. Por cierto que es de enorme complejidad insistir en que la familia es el núcleo social por excelencia (esa es la idea básica de brindar la posibilidad de adopción de niños) pero, a la vez, introducir una redefinición estructural sobre qué es la familia.
¿No excede semejante agenda a los legisladores? Sería necesario llevar el capítulo de la adopción a una consulta popular, en la que puede expresarse la sociedad en su conjunto.
Resulta notable que cuando los periodistas le preguntan a los legisladores que deben votar hoy si dejarían que sus hijos menores de edad -en caso de morir el/la legislador/legisladora y su cónyuge-, fuesen adoptados por matrimonios homosexuales, todos aclaran que ellos no comparten el modelo que hoy se disponen a aprobar.
Todos los consultados dijeron que preferirían que sus hijos fuesen a vivir con familias heterosexuales. ¿Cómo interpretar, entonces, lo que hoy ocurrirá en el Congreso Nacional?
Y cada legislador/legisladora habló de ‘modelo’ familiar: "Yo no elijo para mi vida este modelo pero entiendo que otros sí".
La redefinición del modelo familiar es un tema que supera al Congreso. Tiene, podría especularse, un rango constitucional. Por lo tanto la consulta popular no es una propuesta frívola sino que ayuda a los propios legisladores con ese enorme peso por delante.
Y, si todo pasa por la discriminación, por favor, no discriminen más a los monoparentales.

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