28 marzo, 2024

Macri quiere que Tigre se encargue del reciclaje de residuos porteños

Tras una de las semanas más complicadas para el Gobierno porteño, luego de que una protesta sindical en Ceamse –donde se entierran diariamente todos los residuos que genera la Ciudad– inundó de bolsas de residuos las calles, comienzan a tejerse nuevos escenarios para encontrar una solución a una simple cuestión: ¿qué hacer con las 5 mil toneladas de desperdicios que generan por día los porteños?
Uno de los escenarios que entusiasma al ministro de Espacio Público, Diego Santilli, es avanzar con las negociaciones para que la Municipalidad de Tigre pueda procesar, reciclar y reutilizar una parte considerable de los desperdicios de la Ciudad. “Nuestros técnicos y los de Tigre están trabajando en conjunto para encontrar una solución desde hace meses, ya tuvimos varias reuniones”, confirman los encargados de articular las políticas de higiene urbana de la Ciudad. Pero aclaran que cualquier otro municipio que acerque una solución también será bien recibido, porque la situación es crítica. La idea del intendente de Tigre, Sergio Massa, es primero darle una solución a los residuos que genera su propio municipio y construir una planta de tratamiento de última generación de residuos en las cercanías del Ceamse, en tierras que pertenecen al municipio pero que hoy no se pueden utilizar por cuestiones jurídicas.
Hábil negociador, Massa sabe que la Ciudad lo necesita y estaría dispuesto a cerrar una acuerdo para procesar parte de los residuos que genera la tierra que comanda Mauricio Macri, como también de aquellos municipios que estén dispuestos a abonar un canon por tonelada reciclada o absorber los costos de la planta, que alcanza varias decenas de millones de dólares.
Pero el ex jefe de Gabinete nacional anticipa lo que no quiere que suceda: “Tigre no va a ser el basurero de la Capital”, advierte, y explica que sólo aceptaría un acuerdo para procesar y recuperar desperdicios, nunca para enterrarlos, como hace hoy Ceamse con las 17.600 toneladas diarias que llegan desde la Ciudad y el Conurbano. Además, advierte que el trato debería significar primero un beneficio para los vecinos de su municipio y en segundo lugar para los demás.
Massa quiere una planta que funciona con éxito en Alemania y que acá se implemenataría de forma tal que podría recuperar hasta 450 toneladas de basura diarias. Pero de avanzar las negociaciones sumaría el doble de capacidad (como mínimo), para que otros partidos puedan aprovecharla. La planta se edificaría junto al Complejo Ambiental Norte III, el único centro de disposición que hoy está operativo, en José León Suárez.
Su proyecto involucra tres tipos de tecnologías, luego de que se separan los residuos en inorgánicos y húmedos (reciclables y no). Los primeros –vidrio, plástico o cartón– se compactan y se disponen para su reutilización y comercialización. Los orgánicos se convierten en compost (abono para la tierra), y finalmente se comprime el resto y se logra, tras un proceso industrial, una especie de carbón que funciona como combustible.
En el Ejecutivo porteño entienden que la Provincia es la que debe encontrar una solución al conflicto. Además, apuntan contra la ministra de Defensa, Nilda Garré, por negarse a ceder unos terrenos del Ejército de unas 75 hectáreas lindantes al Ceamse, que permitirían ampliar la capacidad de enterramiento por varios años hasta encontrar una salida a largo plazo. Lo que está claro es que en 2011 –año electoral– se aceitarán o sepultarán definitivamente las decisiones políticas tendientes a resolver la pregunta inicial: ¿qué hacer con la basura?

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