28 marzo, 2024

Cristina podría renunciar o pedir licencia

En una residencia de Punta del Este tuvo lugar pocos días atrás una cumbre de empresarios y políticos de Uruguay, Argentina, Brasil, Chile y Colombia para analizar la situación regional y, en particular, la crisis argentina. Entre los 30 presentes se encontraban, por ejemplo, el ex presidente oriental Luis Alberto Lacalle y el empresario argentino Santiago Soldati. En la extensa reunión hubo coincidencia en que el agravamiento de la situación política argentina, de producirse, podría tener fuerte incidencia en el marco regional. Como es comprensible, los análisis se enfocaron sobre todo en la particular situación de CFK, cuya casi inactividad pública se prolonga desde casi tres semanas atrás, mientras se afirman los rumores acerca de su estado depresivo, enmarcados por el pronunciado descenso de su intención de voto, el indisimulable fracaso de la nueva política de seguridad de la ministro Nilda Garré y la aparición de un caso de narcotráfico que compromete directamente al Estado Nacional a través de un red de complicidades y omisiones que involucran a la Fuerza Aérea, la Aduana y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) entre otros organismos.
La gira por Medio Oriente, sin objetivos de Estado muy claros, sería la forma que habría encontrado el canciller Héctor Timerman para mantener a CFK fuera de la agenda de trabajo y estirar un tiempo más su ausencia, hasta que se defina su cuadro de salud.
En el cónclave se puso el acento en la orientación que va tomando el núcleo duro del kirchnerismo, compuesto, entre otros, por Carlos Zannini, Carlos Kunkel, Horacio Verbitsky y Diana Conti. Este sector estaría sintiendo el impacto de los factores de crisis antes comentados. Pero además el grupo dispondría de información reservada que indicaría complicaciones cada vez mayores para la imagen del kirchnerismo. El ejemplo más significativo que se comentó en Punta del Este estaría referido al que fuera la mano derecha de Néstor Kirchner y que hoy continúa siendo una figura central en el entorno presidencial, el empresario de medios de comunicación Rudy Igor Ulloa. Fuentes extranjeras que se mencionaron en la reunión señalarían que Igor Ulloa estaría vinculado a la operación de tráfico de cocaína recientemente abortada en Barcelona, cuyos autores, los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá y Matías Miret, tienen una frondosa relación con el kirchnerismo. Al punto que Eduardo Juliá fue alto funcionario del PAMI.
Pero lo que le da todavía mayor entidad a la crisis que envuelve a la cúpula del poder es el hecho de que, a partir del arbitrario desplazamiento por parte de Garré de funcionarios policiales que ocupaban cargos sensibles en la lucha contra el narcotráfico, no sólo se ensanchó el abismo entre la Policía Federal y el gobierno, sino que se resintieron seriamente los mecanismos de cooperación internacional en ese tema. Prueba de ello es la desconfianza puesta de manifiesto por las autoridades españolas y por la DEA a partir del hecho de que, pese a conocer éstos con antelación el vuelo con la droga, optaron por interceptar al avión en Barcelona y no en Buenos Aires, lo que indica una desconfianza superlativa hacia el gobierno argentino.
Easy AdSense by UnrealLa creciente tirantez entre mandos de la Federal y la Bonaerense con la cúpula del Ministerio de Seguridad estaría generando un clima de tensión sembrado de mensajes encriptados, como el misterioso robo de los viáticos para la gira presidencial.
Volviendo a lo conversado en el encuentro de Punta del Este, allí se dijo que en el entorno presidencial se habría tratado hasta la hipótesis de una eventual renuncia de Cristina o, cuando menos, de una licencia por enfermedad. Pero también se sostuvo que ella se negaría enfáticamente a entregarle el mando a Julio Cleto Cobos, aunque sí podría llegar a hacerlo con Juan José Pampuro, el Presidente Provisional del Senado que, aparentemente, sufriría una enfermedad cardíaca.
El caso es que, aparte de todo lo señalado, en el ánimo presidencial estaría pesando cada vez más una investigación judicial que involucraría a Máximo Kirchner en un caso que no es nuevo pero que, ante la sensación de fugacidad del poder, preocuparía cada vez más en Olivos, sin que ninguno de los altos funcionarios que trataron el tema, incluyendo a la propia Garré, hayan encontrado el modo de cerrarlo definitivamente.
Otro tema que también se mencionó en Punta del Este es que el fracaso de Garré es de tal magnitud que le estaría devolviendo algo de crédito el alicaído Aníbal Fernández, con el argumento de que “los peores errores de Aníbal con las fuerzas de seguridad no le llegan a la suela del zapato a lo hecho por Nilda en pocas semanas”.
Para concluir, no todos fueron presagios oscuros, porque los empresarios y políticos coincidieron en el cónclave balneario en que la Argentina tiene perspectivas económicas positivas y recursos financieros para superar las crecientes dificultades del modelo. Todo esto de algún modo podría atemperar las consecuencias de la crisis política en curso.

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