29 marzo, 2024

Fuerte embate kirchnerista contra Scioli por la seguridad

Sentados sobre la vereda que da inicio a la populosa villa La Cárcova, en San Martín, Juan Carlos y sus tres amigos ven pasar la procesión de banderas de La Cámpora, con militantes que chapotean en el barro que dejaron las últimas lluvias. Tienen 18 años, gorras multicolores y piercings en las cejas y los labios. Al verlos, Gabriel Mariotto abandona la columna, se les acerca, les da un abrazo y les pregunta:
-¿La policía los molesta mucho?
-Sí- responden, algo nerviosos.
Antes de volver a la marcha, el vicegobernador bonaerense les promete:
-Yo le voy a poner los puntos a la policía.
Dos horas más tarde, la promesa en privado de Mariotto se convirtió en un desafío público al eje de la política del gobernador Daniel Scioli: la seguridad y el apoyo a la policía bonaerense. En un acto rodeado del ala dura del kirchnerismo, pidió la cabeza del jefe de la Departamental San Martín de la policía bonaerense, al que consideró el responsable máximo de las muertes de Mauricio Ramos y Franco Almirón, los dos jóvenes cartoneros asesinados hace un año por la policía en los basurales de José León Suárez, tras el descarrilamiento de un tren con comida y autopartes (un hecho por el que actualmente existen dos policías detenidos).
"¿Es posible que todavía siga el mismo responsable de la Departamental San Martín?", preguntó, casi a los gritos, el vicegobernador, quien un minuto antes había comparado el asesinato de los dos jóvenes con la Masacre de José León Suárez, ocurrida en 1956, durante el gobierno dictatorial de la Revolución Libertadora.
Además del intendente local, Gabriel Katopodis; el ex canciller Jorge Taiana, y el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, acompañaban a Mariotto dos de los sectores más reacios al modelo de seguridad sciolista y, fundamentalmente, a la conducción del ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal: La Cámpora y los diputados provinciales Adrián Grana y Marcelo Saín, que responden a Martín Sabbatella.
Ayer, el rival de Scioli en las últimas elecciones acusó al gobernador de sostener una "lógica política que allana el camino a la violencia institucional".
En el acto, Mariotto comenzó su discurso oponiendo las prácticas corruptas a "actos heroicos" de la policía. Pero luego se centró en las primeras. "No puede haber complicidad entre la policía y el delito, pero mucho menos entre la política, la policía y el delito", enfatizó, al cerrar un acto frente a la estación ferroviaria de José León Suárez, junto a las familias de los dos jóvenes.
La elección del momento y el lugar no fueron casuales: las investigaciones en curso indican que los dos jóvenes fueron baleados por la policía cuando se dirigían a juntar cartón a los basurales del Ceamse, la tarde del 3 de febrero de 2011, cuando una formación de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) descarriló frente a La Cárcova. Por entonces, la policía denunció que el tren había sido atacado por los habitantes de la villa. Las pericias indicaron que descarriló por el estado de las vías.
Pero, en su discurso, Mariotto encadenó las muertes con otros hechos por los que Casal y Scioli fueron severamente cuestionados desde el kirchnerismo y organismos de derechos humanos. "Ahí están los policías presos de Valeria del Mar, que hicieron una ratonera para hacer estadística con las cámaras de televisión", indicó, en alusión al operativo de seguridad ocurrido hace un año en el balneario provincial, donde un supuesto ladrón fue abatido por la policía.
La investigación actual apunta a que la policía armó ese operativo y a que el sospechoso era, en realidad, un informante. En aquella oportunidad, el propio gobernador postuló al operativo como un ejemplo para dar seguridad a los turistas. La alusión por parte de Mariotto a "hacer estadística con las cámaras de televisión", que suelen acompañar a Scioli en cada operativo, pareció cualquier cosa menos inocente.
LA POLÍTICA DE GARRÉ
De hecho, cerca del vicegobernador explicaban que Mariotto vivió el acto de ayer como "desafío no falto de riesgos" políticos. "Hay que encaminar un cambio institucional en la policía, sin incendiar", resumían, para marcar también el objetivo que se propone el ala dura del kirchnerismo cuando habla de profundizar "el modelo" en la provincia. "Que no queden dudas: vamos hacia la policía de Nilda Garré", precisaron, en alusión a la ministra de Seguridad de la Nación y principal objetora de las políticas de seguridad de Scioli.
Antes de bajarse del escenario pidiendo la cabeza del jefe de la Departamental San Martín, Mariotto recordó la muerte de la niña Candela Rodríguez y las sospechas de vínculos policiales con Miguel Angel "Mameluco" Villalba, uno de los detenidos.
Katopodis, el flamante intendente local que llegó al poder con apoyo de Mariotto y el sostén del jefe comunal de Tigre, Sergio Massa, no se quedó atrás en sus denuncias contra las fuerzas de seguridad provinciales. "No queremos que la policía decida quién vive y quién muere en los barrios de San Martín. Y que la policía sepa que vamos a estar en la calle, peleando", arengó, no sin antes mencionar otro nombre sensible para el sciolismo: el de Luciano Arruga, el joven de 16 años que desapareció el 31 de enero de 2009, tras ser interceptado por la policía en Lomas del Mirador.
POLÍTICA CUESTIONADA
DICIEMBRE DE 2010
Asume Garré en Seguridad . Con el cambio de mando en el área de Seguridad nacional, se tensa la relación entre la Casa Rosada y Scioli. Garré y sus principales asesores cuestionan duramente el enfoque político y los antecedentes de Casal.
SEPTIEMBRE DE 2011
El caso Candela
En plena campaña electoral, Garré rompe el acuerdo tácito de no avivar peleas internas por la seguridad. Cuestiona duramente la forma en que Casal y la bonaerense llevaron la investigación del crimen de la menor.
NOVIEMBRE DE 2011
Casal, confirmado
Pese a las presiones del gobierno nacional, Scioli ratifica a Casal como ministro de Seguridad para su segundo mandato.
DICIEMBRE DE 2011
Pelea en la Legislatura
Militantes de La Cámpora son reprimidos por la policía cuando intentaban entrar en el acto de asunción de Scioli y Mariotto. El kirchnerismo duro vuelve a apuntar contra Casal..

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