El combustible para "Cristina Eterna"
Si fuera cierto que la Argentina cuenta con la tercera reserva mundial de gas y petróleo en yacimientos no tradicionales y el Gobierno logra que se desarrollen y apropiarse de parte de esa renta, Cristina Kirchner podría contar con los recursos necesarios para mantener el nivel de gasto y consumo que sostenga el proyecto de quedarse indefinidamente en el poder.
Desarrollar los yacimientos no tradicionales de hidrocarburos y capturar parte de la renta sería la clave; la tarea es muy difícil y requiere de seguridad jurídica, que no abunda en el país
Así opinan empresarios y técnicos del sector petrolero que prefieren que sus nombres no trasciendan. Eso explicaría el ansia por apoderarse de la caja de YPF, que permitiría sostener los subsidios y planes sociales, y gastar indefinidamente por encima de lo que se recaude por los impuestos habituales. Los gobernadores de las provincias involucradas pueden soñar con una lluvia de dinero por regalías y hasta colocar bonos a tasas muy bajas, con garantía de los ingresos futuros.
Pero los mismos informantes reconocen que se trata de un proyecto difícil: "Hace falta tecnología y financiamiento barato, muchísima inversión y garantía de buenos precios; es todo muy costoso". Agregan que Repsol no podría sola y mucho menos enfrentada con el Gobierno. Hace pocos días circuló la versión de una asociación con la norteamericana Exxon. Las autoridades de Esso, su filial local, lo desmintieron: "Hay un contrato que está a la firma, pero aún no se firmó", dicen en YPF,
CONVENIENCIAS Y FILTRACIONES
"Para Repsol sería muy conveniente: Exxon puede conseguir financiamiento baratísimo en Estados Unidos, aportar la tecnología y ayudar a frenar la embestida del Gobierno", dijo un conocedor del sector. En el Gobierno parecen creer que la filtración fue hecha por la propia Repsol para mejorar su posición en la disputa. Si Exxon, que cotiza en Bolsa, hubiera firmado un contrato así, habría debido comunicarlo.
"Se podría multiplicar la producción de gas y sin son ciertas las cifras que se deslizan, sería imposible cerrar el negocio sin volver a exportar; sería imprescindible volver a venderle a Chile, que tendría el fluido mucho más barato que lo que ahora lo paga cuando lo recibe por barco."
Es un negocio difícil, que necesita políticas sostenidas, precios del petróleo y gas en relación con los mercados internacionales y un marco legal y regulatorio confiable. De todo ello carece la Argentina. "Los petroleros operan en países mucho peores que el nuestro", dice un economista. Otro factor que jugaría contra un proyecto oficial así es el tiempo para desarrollar los yacimientos, mientras tanto el Gobierno debería apelar a otras cajas..
* Especial para La Nación