28 marzo, 2024

Ventas y cambios societarios para que los medios se ajusten a la ley

El fallo de la Corte Suprema de Justicia que limitó al 7 de diciembre próximo el alcance de la medida cautelar que interpuso el Grupo Clarín para suspender la aplicación de la Ley de Radiodifusión reactivó los movimientos en los medios, y promete sorpresas.
Aunque el grupo que comanda Héctor Magnetto confía en ganar tiempo pidiendo una ampliación de la medida cautelar si su demanda por inconstitucionalidad no está resuelta en diciembre, sus competidores ya trabajan en adecuarse a la norma y evalúan las chances de quedarse con alguna de las joyas de las que deba soltar el grupo.
Más allá del poder mediático de Canal 13, Radio Mitre y TN, la gran apuesta es ver quién puede entrar en Cablevisión, la operadora de televisión paga más grande de la Argentina y la caja más atractiva de Clarín, con ganancias de 600 millones de dólares según su Ebitda.
El grupo lo niega, pero fuentes financieras y del negocio de medios aseguraron a PERFIL que el socio de Clarín, David Martínez, del fondo Fintech, tendría intenciones de desarmar y vender su participación. El grupo UNO, en manos de Daniel Vila y José Luis Manzano, y Telecom habrían iniciado conversaciones con el inversionista.
Entre otros, éstos son algunos formatos que PERFIL ya detectó en otros grupos de medios para adecuarse a la nueva ley.
Cambios en sociedad jurídica. El diputado Francisco de Narváez transfirió sus acciones en América a un fideicomiso familiar, lo que le permite adecuarse a la norma que prohíbe a los legisladores ser propietarios de licencias.
Tercerizados. El Grupo UNO debería desprenderse de sus canales de aire o del cable Supercanal. Sin embargo, Vila y Manzano hicieron una presentación ante la Afsca argumentando que cuando concluya el concurso de acreedores que tramita la operadora ellos tendrán una participación minoritaria, por lo que dejarían de ser los dueños. Aunque como los acreedores que asumirían el control son bancos y fondos internacionales, es muy probable que ellos continuaran como gerenciadores de Supercanal.
Venta de licencias. Además, UNO ya se desprendió de LV2 de Córdoba y su FM y puso en venta LT3 de Rosario.
Dueños extranjeros, empresas nacionales. Telefónica, el Grupo Prisa y también el mexicano González González, dueño de Canal 9, podrían saltar la prohibición de que un extranjero controle más del 30% de un medio argumentando que la licenciataria es una sociedad argentina, más allá de que sus propietarios sean extranjeros.
Venta de repetidoras. La nueva ley limita la cantidad de licencias a 24 por grupo y establece un tope de licencias por actividad. Telefónica, Cadena 3, Grupo PRISA, y la sociedad entre Raúl Moneta y Matías Garfunkel se desprenderían de la red de retransmisoras de sus señales en el interior del país.
Cambios de porcentaje accionario. La Ley de Medios prohíbe a un propietario de servicios públicos controlar una licencia. El grupo UNO argumentó ante la Afsca que ninguno de los accionistas del grupo de medios tiene más del 5% de participación en la energética Andes Energía, que es el límite fijado por la ley. Sin embargo, la página web de la distribuidora mendocina dice que Manzano controla el 10,8% de la sociedad.
El camino del empresario kirchnerista Cristóbal López –que adquirió el grupo de medios de Daniel Hadad– para escaparle a esa restricción es argumentar que los peajes y la recolección de residuos no pueden ser considerados como servicios públicos. Un argumento difícil de defender.
Los efectos de la instrumentación de la Ley de Radiodifusión afectan a todos los grupos de medios, aunque todos saben que la pelea de fondo es por el espacio de poder que logrará conservar Clarín.

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