28 marzo, 2024

Estuvo 18 años prófugo hasta que un encuentro fortuito hizo que lo recapturaran cuando faltaban sólo 2 años para que prescribiera su condena

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Gerardo Segundo Vallejos, condenado a cadena perpetua en 1999 por homicidio calificado y robo agravado tras asaltar una camioneta del Banco de la Provincia de Neuquén, fue recapturado en Avellaneda luego de permanecer 18 años prófugo tras haber escapado del penal de Cutral Co en 2001.

El 7 de julio de 1997, dos empleados del banco provincial de Neuquén se dirigían por la ruta provincial 14 desde Zapala hacia Mariano Moreno en una camioneta Ford F 100, junto a un custodio policial, transportando caudales que correspondían a pensiones y jubilaciones.

A pocos kilómetros del lugar, un Renault 11 con dos ocupantes simuló un desperfecto técnico en el paraje Tres Piedras e interceptó al vehículo. Otros dos delincuentes aparecieron detrás de unas rocas y hubo disparos, un robo, lesiones y la muerte de uno de los trabajadores bancarios.

Gerardo Vallejos, Javier Sepúlveda, Pedro Tillería y Jorge Morales se llevaron el botín: una caja con más de USD 84 mil y dejaron a Juan del Carmen Landaeta, quien recibió un disparo que le perforó los pulmones y el corazón, tendido, muerto sobre el asfalto.

José Carro y Julio Sambueza, custodio policial, fueron heridos pero sobrevivieron. Tras la captura completa, la banda fue sentenciada el 24 de agosto de 1999 a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado en concurso ideal con robo agravado por el uso de armas y lesiones graves, en un expediente en el que la Justicia no identificó a un solo culpable sino que consideró a todos los miembros coautores de la muerte de Landaeta.

A Vallejos, que se escapó de la cárcel dos años después de ser condenado, recién en 2004 lo declararon en rebeldía. El suficiente tiempo como para fugarse de la provincia, sortear controles policiales y rehacer su vida, lejos de aquel lugar, con un documento nacional de identidad clonado.

El diario Río Negro reconstruyó aquel robo y especificó que Vallejos “era un electricista indocumentado y con problemas de adicciones”. También se recordó que en su declaración, sostuvo haber sufrido una emboscada por parte del resto de la banda que nadie creyó.

Vallejos se radicó en la provincia de Buenos Aires, más precisamente en Avellaneda, en donde utilizó el DNI de otra persona para conseguir trabajo, cambiar su identidad y formar una familia, con mujer y dos hijos.

Su suerte acabó el miércoles 21 de agosto por la tarde, cuando increíblemente un policía neuquino lo reconoció y se comunicó con la Policía de la provincia de Buenos Aires, quien detuvo a Vallejos, que exhibió el DNI falso y luego no opuso resistencia.

Vallejos volvió a Neuquén y cumplirá el resto de la condena en la cárcel, de la que pudo haberse liberado con totalidad si permanecía prófugo hasta 2021, año en el que se hubiesen cumplido 20 años de la pena impuesta.

El artículo 66 del Código Penal de la Nación establece que “la prescripción de la pena empezará a correr desde la medianoche del día en que se notificare al reo la sentencia firme o desde el quebrantamiento de la condena, si ésta hubiese empezado a cumplirse”. En el artículo 65 se especifica la pena de reclusión perpetua preescribe a los 20 años.

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