29 marzo, 2024

Una mujer fue baleada delante de sus hijos en Moreno y su ex está prófugo

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). El 29 de septiembre pasado, Jéssica Fernández Argüello se presentó en la Comisaría de la Mujer y Familia de Moreno para denunciar a su ex pareja por violencia de género y advertir, de alguna manera, que podía pasar lo que finalmente pasó este sábado.

Esa noche, Jéssica recibió cinco disparos delante de su hermana y sus dos hijos de 3 y 4 años. Sobrevivió, pero pelea por su vida en terapia intensiva mientras que el acusado por el ataque, Justino del Valle Ríos, el padre de sus hijos, de nacionalidad paraguaya al igual que Jéssica y dedicado al rubro de la consutrucción, está prófugo y con pedido de captura internacional.

De acuerdo a lo que informaron los médicos del hospital De La Vega de Moreno, Jéssica -peluquera, de 28 años- recibió en total cinco disparos que le afectaron distintos órganos vitales, entre ellos un pulmón y el corazón, a raíz de los cuales debió ser intervenida de urgencia. Tres de los proyectiles impactaron en su pecho mientras que los otros dos impactaron en el hombro y en una pierna. Actualmente está asistida con respiración mecánica y su estado, que es crítico, es monitoreado minuto a minuto.

Hace apenas un mes, cuando Jéssica decidió denunciar a Del Valle Ríos -de quien estaba separada hacía aproximadamente tres meses, luego de una relación de cinco años- la Justicia de Familia de Moreno le otorgó una exclusión del hogar y una restricción de acercamiento. En esa oportunidad, según informó la agencia Télam, Jéssica contó que el viernes 25 de septiembre pasado, alrededor de las 21 horas, Ríos le dijo: “Te voy a matar a vos, a los chicos y a tu familia”.

A partir de ese momento él se fue pero no respetaba la perimetral y se aparecía de forma recurrente en la casa familiar en la calle Asunción de la localidad Cuartel V en Moreno.

Eso mismo ocurrió este sábado cerca de las 20 horas, cuando Del Valle Ríos, de 30 años, entró armado a la casa y fue directamente al comedor donde estaba estaba su ex mujer con los dos hijos de la pareja, un nene de 3 y una nena de 4, su hermana Tania y un amigo de ella. En ese momento, según relató Tania, empezó una discusión que se tornó cada vez más violenta y en la que Del Valle volvió a amenazarla verbalmente con matar a sus propios hijos, que se escondían detrás de las piernas de su madre y lloraban.

“Ella lo había denunciado a escondidas, y me llamó desesperada pidiéndome que la acompañara porque tenía miedo y me fui hasta su casa”, contó la hermana de Jéssica en diálogo con TN, que aseguró que Del Valle la enfrentó directamente, bloqueó la entrada la principal y le dijo: “Puta de mierda, te voy a dar tres tiros”.

En un momento el hombre sacó de su cintura un revólver calibre 22 y le apuntó a los chicos que instintivamente salieron corriendo. Sin embargo, Jéssica los cubrió con su cuerpo y el ahora prófugo disparó 5 veces. Todos impactaron en el cuerpo de Jesica que cayó derrumbada en el piso del comedor.

Después de disparar cinco veces contra la madre de sus hijos, Ríos disparó una vez más en dirección a su cuñada, aunque la bala impactó en la pared y no logró herirla. Luego huyó. En ese momento, Jéssica fue trasladada de urgencia a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 12 de Moreno y luego derivada al Hospital Mariano y Luciano de la Vega, donde continúa internada en grave estado.

Según informaron fuentes judiciales a Infobae, en el lugar no se encontraron vainas servidas y los disparos fueron seis en total, por lo que creen que Del Valle estaba armado con un revólver. La hermana de Jéssica ya declaró ante el fiscal Leandro Ventricelli, de la UFI N° 1 de Moreno, que quedó a cargo de la causa por “tentativa de femicidio agravado por el vínculo”. También lo hizo el otro hombre que estuvo en la casa cuando Jéssica fue baleada y algunos vecinos que aseguraron que vieron al presunto agresor caminando por la zona el mismo día del ataque.

Si bien los investigadores creen que Del Valle ya abandonó el barrio, personal de la Policía Bonaerense trabaja en el área mientras la Justicia rastrea en simultáneo la información de su teléfono celular. En las próximas horas, además, podrían sumarse al operativo también efectivos de la Policía Federal.

“La Justicia hizo oídos sordos, esperó a que mi hermana estuviera en estas condiciones para moverse, nunca le dieron un botón antipánico, nada”, dijo esta mañana Tania desde el centro de salud donde está internada Jéssica. “No sé si mi hermana va a salir, está muy grave. Yo pido justicia, que este asesino de mierda pague por lo que hizo”.

Fuente: Infobae (Con información de Martin Candalaft)