28 marzo, 2024

Coronavirus: en un futuro, ¿solo será un resfriado más?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). El coronavirus llegó a nuestras vidas hace más de un año y todo indica que se quedará con nosotros para siempre. Sin embargo, dejará de ser tan agresivo, pues tendrá menos mortalidad que la gripe común y solo provocará un leve catarro, especialmente en niños, según un artículo publicado en la revista científica Science. Cabe señalar que dentro de los factores para el plazo en el que esto suceda se encuentra la velocidad de vacunación y el tiempo en que alguien es inmune al COVID-19 después de enfermarse o recibir la vacuna.

Los científicos aseguran que la composición del SARS-CoV-2 es más parecido a los virus del resfrío. Si esto es así, cuando la mayoría de la población esté vacunada, el virus no podrá seguir causando enfermedad grave, pues las vacunas lo impiden. ¿Cómo puede cambiar la gravedad del CoV-2 en los próximos años? Los análisis de datos inmunológicos y epidemiológicos sobre coronavirus humanos endémicos (HCoV) muestran que la inmunidad que bloquea la infección disminuye rápidamente, pero la inmunidad que reduce la enfermedad es duradera, señala dicha publicación.

Los únicos que seguirán siendo vírgenes ante el SARS-CoV-2 serán los niños que vayan naciendo, ya que en ellos solo se producirían síntomas leves parecidos a un resfriadoLos únicos que seguirán siendo vírgenes ante el SARS-CoV-2 serán los niños que vayan naciendo, ya que en ellos solo se producirían síntomas leves parecidos a un resfriado

“Nuestro modelo sugiere que esta transformación tardará entre uno y 10 años”, explica Jennie Lavine, investigadora de la Universidad Emory y primera autora del estudio. Por otra parte, manifestó: “Lo ideal es que la capacidad de bloquear la enfermedad sea duradera, pero que la capacidad de transmisión sea más corta. Esta no sería la primera vez que un coronavirus se transforma en endémico. De los seis coronavirus que se conocen y hayan afectado al ser humano, cuatro generan enfermedades leves mientras que los otros dos, el SARS-CoV-1 y el MERS, sí pudieron erradicarse.

Los investigadores calculan que la primera infección en niños sucederá entre los tres y cinco años. Los mismos podrán reinfectarse en años sucesivos, pero los síntomas serían cada vez más leves. “Estos resultados refuerzan la importancia de seguir con las medidas de aislamiento hasta que las campañas de vacunación hayan concluido. Es posible que sea necesario continuar la vacunación en la fase endémica”, aseveran los diseñadores del ensayo científico.

Si las infecciones primarias de los niños son leves (CoV-1 y CoV-2), es posible que no sea necesario continuar con la vacunación ya que los casos primarios retroceden a resfriados infantiles levesSi las infecciones primarias de los niños son leves (CoV-1 y CoV-2), es posible que no sea necesario continuar con la vacunación ya que los casos primarios retroceden a resfriados infantiles leves

La aparición de variantes más contagiosas, como la de Reino Unido y la de Sudáfrica puede mejorar la situación, asegura la científica de la Universidad Emory. Una variante que se extienda mas rápido pero que no sea más letal, bajará la mortalidad. Además reforzaría la inmunidad de la gente, ya que una infección asintomática reforzaría las defensas. Y además, mantendría nuestro sistema inmune “actualizado” ante otras posibles variantes.

El SARS-CoV-2 muta menos que la gripe. Esto significa que acumula menos cambios en su genoma cada vez que este se copia dentro de una célulaEl SARS-CoV-2 muta menos que la gripe. Esto significa que acumula menos cambios en su genoma cada vez que este se copia dentro de una célula

Los hallazgos de esta investigación sugieren que usar los síntomas como una herramienta de vigilancia para frenar la propagación del virus será más difícil, ya que las reinfecciones más leves contribuyen cada vez más a las cadenas de transmisión y a las tasas de ataque a nivel de población. Además, la infección o la vacunación pueden proteger contra la enfermedad pero no proporcionar el tipo de inmunidad de bloqueo de la transmisión que permite el blindaje o la generación de inmunidad colectiva a largo plazo.