18 abril, 2024

Descuartizaron a un ciudadano chino y encontraron su cabeza en una heladera de telgopor

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Pólítico). Qinai Chen había adoptado una costumbre muy común de los ciudadanos chinos en Argentina: usar un nombre en español. “Marcos”, era el suyo. Con 35 años de edad y un domicilio en Bernal, se había dedicado al negocio de los supermercados en Avellaneda, con varios fondos de comercio dese 2014. Ayer por la tarde, “Marcos” fue encontrado muerto, no muy lejos de su supermercado en la calle Boedo al 900, en la esquina de Liniers y Levalle, despedazado por partes: su cabeza y sus piernas estaban dentro de una conservadora de telgopor.

A pocos metros, frente a una fábrica estaban sus zapatos, vacíos.

Una cuadra más lejos se halló el resto del cuerpo, desde la cadera hasta las rodillas, ocultos en una bolsa.

Así, con Qinai convertido en un mapa de sus propios restos sobre Bernal, tomó intervención la UFI N°2 de Quilmes con Ximena Santoro y la DDI de la jurisdicción, con uno de los homicidios más brutales de los últimos tiempos en sus manos. Para empezar, tenían un sospechoso.

“Marcos” tenía un vínculo comercial con un compatriota, Fenrong Ma, apodado “Mario”, 41 años, otro supermercadista con un comercio en la zona de la Plaza Echeverría, calle Congreso. Cerca de “Marcos” aseguraron a la Policía que Fenrong tenía una venta pendiente con la víctima, una transacción de un fondo de comercio.

Las cámaras de seguridad le sellaron la suerte: una filmación lo muestra arrojando las partes del cadáver de “Marcos”.

Fenrong Ma, el acusadoFenrong Ma, el acusado

Así, “Mario” fue arrestado en su depósito de Alejandro Korn por la DDI de Quilmes. En otro procedimiento encontraron a un supuesto cómplice que cayó con una pistola con pedido de secuestro por hurto. Tenían celulares y 6.350 dólares.

Si pertenecen a una mafia, a las triadas que extorsionan a supermercadistas y comerciantes por miles de dólares al mes y que emplean a barrabravas como mano de obra pesada, se desconoce. Sin embargo, una venganza entre chinos de este nivel de violencia es ciertamente inusitado.

Material secuestrado: plata y celulares.Material secuestrado: plata y celulares.

Otros dos compatriotas de la víctima fueron detenidos. La víctima, por su parte, tenía una historia peculiar. Fuentes cercanas a la causa deslizaron que supuestamente operaba un garito de juego clandestino exclusivo para compatriotas, y que lo secuestraron, precisamente, por una deuda de juego. El rescate pretendido: 300 mil dólares, negociado a través de WeChat, la versión china de WhatsApp con su familia en la provincia de Fujian, que nunca fue pagado.

Todo, por otra parte, huele a venganza por plata.