29 marzo, 2024

Sin Alberto Fernández y con foco en provincia de Buenos Aires, hubo una cumbre en Casa Rosada para definir cómo empieza la campaña

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Sin el presidente Alberto Fernández, la Casa Rosada se transformó hoy en el epicentro de un encuentro entre los principales armadores políticos de la campaña. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, el titular del interbloque del Frente de Todos en Diputados, Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, su jefe de Gabinete, Martín Insaurralde; el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y titular de la cartera de Seguridad, Aníbal Fernández, se encontraron durante dos horas para delinear los detalles de la carrera proselitista hacia las elecciones generales de noviembre.

Los legisladores y diputados llegaron pasadas las 11 y se dirigieron al despacho de Wado De Pedro. El cónclave fue convocado por Manzur nombrado como ministro coordinador por Alberto Fernández, quien actuará, también, como jefe de la campaña. Pero tuvo sede en la planta baja de Balcarce 50, en el Ministerio del Interior que conduce De Pedro, con vistas al próximo jueves 30, la fecha oficial del comienzo de la carrera hacia los comicios generales de noviembre, según el calendario electoral.

La ausencia de Alberto Fernández, quien adoptó en los últimos días un bajo perfil, y la convocatoria de Manzur fueron otra muestra del volumen político que adopta el nuevo jefe de Gabinete, que asumió hace 9 días con un ritmo de gestión acelerado para exhibir acción ante un electorado reacio. También participaron los asesores de los dirigentes.

La principal preocupación del Gobierno para el próximo mes y medio es acortar la distancia que le sacó Juntos por el Cambio al oficialismo en las PASO de septiembre. En el oficialismo atribuyeron la derrota al descontento en la población por la situación económica y por el manejo de la pandemia, y todos los esfuerzos del Gobierno están centrados en mostrar que ese panorama va a cambiar en lo inmediato.

Mientras inyecta fondos y anuncia medidas de manera frenética, por ahora el Frente de Todos evitará organizar grandes actos, como ocurrió en la etapa previa a las PASO, y apuntará a una carrera proselitista de bajo perfil, y corta. Creen que el humor social es negativo en lo que respecta al Gobierno, y se enfocarán principalmente en gestionar. Para el jueves estaba previsto hacer un importante anuncio, aunque los detalles aún se mantenían en reserva.

Por otro lado, en los análisis post electorales, los armadores del FDT descubrieron que la baja participación afectó al oficialismo, ya que muchos de los ciudadanos que no fueron a votar este año habían apoyado al Frente de Todos en 2017 y 2019. Con ese diagnóstico en mente, desde la semana pasada delinean una estrategia territorial para convencerlos de votar y apoyar al Frente de Todos en las generales, en contraposición al macrismo.

Para eso, definieron trabajar a nivel “capilar” en el tramo electoral que comienza -formalmente- dentro de dos días, y habilitaron a los gobernadores para que decidan sobre las campañas a nivel local. La presencia de Kicillof y de Insaurralde -quien fue designado la semana pasada como ministro coordinador bonaerense y tendrá un rol central en la campaña bonaerense- en el cónclave electoral nacional este mediodía en Casa Rosada, dejaron en evidencia la prioridad que le dará el Gobierno a la provincia de Buenos Aires.

Ayer se celebró un encuentro sobre la campaña bonaerense, en la sede de la gobernación, en La Plata, donde también estuvieron Massa, Máximo Kirchner, e Insaurralde, así como el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza y el nuevo ministro provincial Leonardo Nardini (Infraestructura y Servicios Públicos), intendente en uso de licencia al igual que el flamante jefe de Gabinete.

Mientras tanto, el Presidente no participó de esas reuniones de campaña. Esta mañana estuvo con el ministro de Economía, Martín Guzmán, el nuevo canciller, Santiago Cafiero, quien fue nombrado en ese cargo luego de ser eyectado de la Jefatura de Gabinete tras el revés en las Primarias; la secretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cecilia Todesca Bocco; el también cuestionado ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Industria, Ariel Yale. Excepto por Cafiero, los titulares del equipo económico resistieron en sus cargos a pesar de la reprobación del Instituto Patria. Aunque la semana pasada, Guzmán tuvo un nuevo roce con el kirchnerismo sobre el déficit fiscal y el presupuesto para el año próximo.

Con la mira puesta en las elecciones que se celebran dentro de un mes y medio, hoy también se realizaron otros encuentros para definir medidas de gobierno orientadas a temas centrales para la campaña del Frente de Todos en las provincias con fuerte actividad agrícola, como el cepo a las exportaciones de carne y el avance de la “ley Agroindustrial”, que promueve “premios fiscales” para el valor agregado del campo, según se informó. Esta tarde, los ministros De Pedro y Manzur encabezarán un encuentro con los gobernadores Sergio Ziliotto y Gustavo Bordet, de La Pampa y Entre Ríos, ambos afines a la Casa Rosada.

Además de los temas agro-productivos, hoy se tomaron, además, definiciones con respecto a la seguridad en Santa Fe, una de las zonas más comprometidas por el avance del narcotráfico, donde el oficialismo resultó derrotado. Al mediodía Manzur; el ministro Fernández; De Pedro y el gobernador Omar Perotti anunciaron que se sumarán 575 efectivos de las Fuerzas Federales a esa provincia. La medida venía discutiéndose desde el martes pasado, cuando Manzur recibió a Perotti, a Aníbal Fernández y a los candidatos santafecinos que ganaron la interna en las PASO pero perdieron contra la oposición, al igual que en otras 16 provincias.