Calorete
El clima tropical porteño tuvo a maltraer a varios en el Congreso de la Nación durante febrero. ¿La razón?: se rompió una de las unidades enfriadoras, lo que dejó sin aire acondicionado al Anexo A de la Cámara de Diputados. Puestos a investigar, los hombres del actual jefe de esa casa, Emilio Monzó, encontraron que la turbina rota databa de ¡1983! Ahora, quieren llamar a licitación y sustituir equipos viejos mientras en ese anexo, se conforman por unos días con la amabilidad de los nobles ventiladores. Una escena que se vivió la semana pasada dio para la risa: un par de señoras lidiaron con personal de seguridad para ingresar, de prepo, un aire acondicionado portátil. Los hombres que controlan el ingreso les explicaron que no podían ingresarlo como si estuvieran en su casa, pero las mujeres defendían el irregular hecho por los casi 40°, clima difícil para parlamentar. ¿Y si prueban con abanicos?
