Investigan eventual vínculo de pilotos argentinos detenidos en España con la "narcomodelo"
El escándalo por el secuestro de 940 kilos de cocaína que arribaron al aeropuerto El Prat, de Barcelona, en un jet privado tripulado por tres argentinos, hijos de ex altos mandos de la Fuerza Aérea, tiene un nuevo escenario: se investiga si los sospechosos apresados en España tienen vinculación con la banda de narcotraficantes mexicanos de la que también formaba parte la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia, detenida en la Argentina desde mayo último.
Así lo informaron a La Nacion fuentes judiciales y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Según esas fuentes, la empresa de jets privados de Gustavo Juliá, detenido en Barcelona junto con su hermano Eduardo y con el piloto Gastón Miret, habría llevado hasta Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, a la mujer de un proveedor de cocaína de la banda integrada por Sanclemente Valencia.
"Los hermanos Juliá tienen una aceitada relación con los proveedores de droga de la organizacion que trabajaba en la Argentina para un cartel mexicano", afirmó a La Nacion un detective que investigó a los Juliá por pedido de la justicia en lo Penal Económico.
Los hermanos Juliá, hijos del fallecido brigadier general José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea durante la presidencia de Carlos Menem, y Gastón Miret, hijo del brigadier mayor José Miret, secretario de Planeamiento de la Presidencia durante la última dictadura militar, están presos desde el domingo pasado en una dependencia de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña.
Video: Primeras imágenes de la cocaína incautada (rtv.es)
Hoy se vence el plazo de 72 horas que tiene el titular del juzgado de Instrucción de El Prat de Llobregat para decidir si libera o mantiene detenidos a los sospechosos.
Sanclemente Valencia, conocida por los alias de "Diamante" y de "Pepo"; su novio, el modelo argentino Nicolás Gualco; el tío de Gualco, Daniel Monroy; el ciudadano venezolano Gustavo Adolfo Páez Arnesen, Micaela Sansalone y María N. y Ariel L., que declararon en la causa como arrepentidos, están a la espera de que el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3 inicie el juicio por contrabando agravado de droga.
A principios del mes pasado, el juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky, a cargo de la investigación, elevó la causa a juicio, pero no cerró el expediente porque faltaban cuestiones por resolver como, por ejemplos, quiénes eran los proveedores de los 55 kg de cocaína secuestrados a la organización detenida.
Entonces, para profundizar la investigación en ese sentido, Aguinsky ordenó una serie de medidas de prueba a la PSA, fuerza de seguridad que el 13 de diciembre de 2009 descubrió el embarque de los 55 kg de cocaína en dos valijas que despacharon en un vuelo hacia México, explicaron fuentes judiciales.
"La PSA hizo las tareas correspondientes y certificó que la pareja del presunto proveedor de la droga voló a Santa Cruz de la Sierra con los hermanos Juliá", informó a La Nacion un vocero con acceso a la investigación.