6 abril, 2025

Informe: Porqué Cristina dijo lo que dijo

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por EDGAR MAINHARD
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Que Raúl Kollman siga difundiendo por el paraestatal Página/12 las enKuestas Kompradas que solamente satisfacen la miopía de Orlando Barone y sus 6 7 8, o de Eduardo Anguita, el periodista preferido de Sergio Spolski. La realidad avanza por otro lado, y Cristina Fernández la conoce.
En los denominados focus group -técnica de estudio de las opiniones o actitudes del público- aparece una importante fuga, en la imagen positiva de Cristina Fernández, cuando se consulta a los entrevistados acerca de quién tiene la autoridad de la calle, que es donde circula la mayoría de los ciudadanos ya que no consiguen acceder a un helicóptero.
Hay un importante porcentaje de entrevistados que opina Cristina no controla la calle, o bien que cede ante Hugo Moyano o ante organizaciones piqueteras diversas.
La percepción acerca de Cristina sufrió, en ese punto, un revés importante en ocasión de las ocupaciones ilegales de predios en el Parque Indoamericano y el Club Albariño, donde precisamente concurrió Cristina para brindar su discurso, en el que insistió en que ella "se hace cargo", un consejo de sus asesores porque precisamente es un punto frágil en su imagen.
El otro aspecto que provoca inquietud en el anillo íntimo de Cristina es que Mauricio Macri, en algunas enKuestas, se ubica escalando los 20 puntos en la intención de voto de electores que residen en centros urbanos.
Macri se ubica 2do., por arriba de los precandidatos de la UCR, y si bien es el escenario que imaginó Néstor Kirchner porque él decía que el ladriprogresista Frente para la Victoria le podía ganar a la centroderecha, las consignas de los encuestados no se ordenan según el deseo gubernamental.
Solamente con ambos datos a mano puede entenderse el discurso de CFK en Villa Lugano, donde acudió a la inauguración del cuartel de bomberos de la Policía Federal Argentina en el predio que ocupaba el Club Albariño, y dijo "sería bueno que podamos articular con el gobierno local y con nuestra Policía Federal las jurisdicciones y competencias que han sido perfectamente delimitadas".
No es el discurso que ha sostenido el kirchnerismo porteño, y tampoco algunos de los ministros del Ejecutivo Nacional. Desde Aníbal Fernández a Héctor Timerman han mantenido críticas permanentes al esquema de seguridad montado por Mauricio Macri en la Ciudad, desde que Cristina se negó a transferirle las comisarías de la Policía Federal en la metrópolis.
Precisamente durante las crisis del Indoamericano y del Albariño, cercanos colaboradores de Cristina se refirieron a la Policía Metropolitana como "de juguete", y cuando fue designada Nilda Garré al frente del Ministerio de Seguridad, hasta desafiaron a la fuerza a la que sometieron a una fuerte presión desde el caso de Jorge Palacios/Ciro James hasta la fecha.
Pero ahora Cristina fue y dijo: "Deberíamos articular esfuerzos para lograr el mejor rendimiento para lograr que cada uno tenga sus competencias; y lo vamos lograr".
Y lo hizo en el Albariño, donde quiere construir viviendas de telgopor Madres de Plaza de Mayo, cuyo director ejecutivo, Sergio Schoklender, no ha ahorrado improperios contra la Policía Metropolitana.
Cristina intentó, luego, conservar algo del discurso de Nilda Garré, aclarando que la seguridad debe realizarse "con la Constitución en la mano y procesando a quienes habían ocupado este predio, pudimos recuperarlo sin que tuviéramos que ejercer violencia física".
Pero Cristina ofreció colaboración a la Policía Metropolitana cuando el canciller Héctor Timerman denunció, vía la red social Twitter, a la Metropolitana porque había algunos efectivos tomando cursos sobre antiterrorismo, dictados por fuerzas estadounidenses en El Salvador, tal como si eso fuese un delito.
Solamente la incompetencia de Timerman puede llevar a ignorar que una fuerza de seguridad debe estar capacitada para lidiar con un problema global: el terrorismo. La Ciudad de Buenos Aires padeció 2 ataques muy fuertes, contra la sede de la embajada de Israel y contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina.
Los conceptos de Timerman provocaron una gran tirantez entre el Ejecutivo Nacional y el Ejecutivo de la Ciudad, a partir del pedido de renuncia de Timerman que presentó Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete porteño.
Y participó también del debate la ministro de Seguridad, Nilda Garré, quien consideró "fuera de lugar" (¿?) que agentes de la Policía Metropolitana asistan a cursos sobre terrorismo internacional en un instituto financiado por USA en El Salvador y emparentado con la ex Escuela de las Américas, como si el Gobierno estadounidense resultara un enemigo del argentino.
Probablemente a Garré le molesta que un organismo gubernamental estadounidense como la Drug Enforcemente Agency no le haya advertido a las autoridades argentinas que iba a detener un narcoavión que realizaba otro viaje más con cocaína a Europa, ante la incompetencia o permisividad o complicidad de funcionarios argentinos. Pero hasta donde se sabe, USA es un país amigo de la Argentina.
Garré dijo: "La Policía Metropolitana no tiene ninguna atribución que se pueda vincular al terrorismo. Más allá de alguna capacitación en este tema, es algo absolutamente fuera de lugar", concepto más que discutible.
Y Garré agregó que "la Policía Federal no hizo ningún curso de este tipo", lo que demuestra la incapacidad de la ministro ladriprogresista, introduciendo al conjunto de periodistas ridículos a explicar que ILEA, donde se dicta el curso, es "la continuadora de la Escuela de las Américas", blablablá.
Pero CFK conoce qué está ocurriendo en centros urbanos muy vinculados entre sí como es la Ciudad de Buenos Aires y el 1er. cordón del Gran Buenos Aires, y cambió el discurso, al menos en esta ocasión.
El problema es que decir lo que ella dijo (y que fue muy rescatable, positivo y oportuno), luego se contradice con la realidad del Frente para la Victoria: Madres de Plaza de Mayo, Hugo Moyano, Emilio Pérsico, Luis D’Elía, etc

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