Locura al volante: un chofer de un micro escolar manejaba alcoholizado

Carlos Antonio Oreiro había dejado a los niños en el colegio cuando lo detuvo un control de tránsito de rutina. El nivel de alcoholemia le dio 2.1, cuando el límite de un chofer profesional es 0, mientras que para un conductor particular es de 0.5.
Además, no tenía libreta sanitaria y tenía la habilitación de transporte escolar vencida desde el 6 de marzo.
En consecuencia, se retuvo la unidad, se le levantó un acta y no podrá volver a circular hasta no tener toda la documentación al día, al margen de la sanción que se le aplique por estar alcoholizado.
El operativo lo realizó el Ente Regulador de la Ciudad conjuntamente con el Cuerpo de Tránsito de la Ciudad de Buenos Aires esta mañana en el colegio Mater Admirabilis, que queda en la calle 24 de noviembre al 800.
El chofer acababa de dejar a los alumnos en el colegio cuando se produjo el control.
"Ya de por sí es cuestionable que cualquier conductor circule con un nivel de alcoholemia superior al permitido, pero es mucho más grave cuando quien no cumple con la reglamentación es un chofer profesional, y más aún cuando se trata de transportar personas, en este caso niños", afirmó Miguel von Rozenberg, director del Ente Regulador de la Ciudad.
"Acciones como estas, en las que intervienen más de un organismo (Ente Regulador y el cuerpo de tránsito de la ciudad) demuestran el valor de trabajar de manera conjunta para lograr resultados", concluyó von Rozenberg.