La hija de Hebe embiste contra Schoklender

El escándalo que protagoniza el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schocklender obligó a María Alejandra Bonafini a dejar atrás el bajo perfil que cultivó durante sus 45 años. La hija de la titular de Madres decidió convertirse así en una de las principales figuras de la siguiente etapa de la asociación, en la que buscan aclarar que las maniobras de Schoklender eran desconocidas por las madres y, sobre todo, por Hebe.
“No entiendo lo que pasó. Mi mamá lo quería como a un hijo y el hijo de Sergio le dice abuela a ella”, dijo, al borde del llanto, María Alejandra ante la presencia del fotógrafo de PERFIL en su casa de La Plata.
Tras la salida de los hermanos Pablo y Sergio Schoklender de la Fundación de las Madres, se decidió crear una comisión para la administración de los emprendimientos. Esta comisión está integrada por María Alejandra, el abogado Hugo Omar Gallardo, el director de AM 530 La Voz de las Madres Pedro Lanteri, la rectora de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo Inés Vázquez, y dos madres de la Asociación.
Alejandra asegura que esta nueva comisión está dispuesta a colaborar con Norberto Oyarbide y Marcelo Martínez de Giorgi, los magistrados que investigan al ex apoderado de la fundación, sospechado de liderar una supuesta asociación ilícita que habría desviado en beneficio propio fondos estatales destinados a viviendas que debía construir la entidad.
“Hace una semana que estoy instalada en Capital. No queremos entorpecer nada, así que todos los gastos que tuvimos que hacer, los hicimos con plata de nuestro bolsillo para no tocar ninguna cuenta,”, explicó Alejandra.
La hija de Hebe de Bonafini aseguró: “Yo veía cosas raras y le decía a mi mamá que me llamaba la atención cómo vivía Sergio y los viajes que hacía, pero por el amor de madre, ella no se daba cuenta, decía que era una persona que trabajaba y le iba bien, era normal su modo de vida”. María Alejandra tenía una relación fraternal con Sergio, a pesar de que su madre hacía mucha diferencia en el trato a favor de él. Sin embargo, hoy parece dispuesta a revelar sus desmanejos.
“Cuando comenzaron en la fundación, ellos (Sergio y Pablo) tenían una oficina muy humilde, a la que mamá nunca subía. Hace poco subió y la sorprendió el lujo que encontró”, recuerda María Alejandra. Días después, ella fotografió la oficina y asegura que ya le entregó las imágenes a Oyarbide.
Quienes conocen a la familia Bonafini cuentan que Hebe estaba enceguecida por Sergio. “Los domingos le amasaba ñoquis y le llevaba la comida a la cárcel”, cuenta un allegado a la familia a PERFIL, quien asegura “con sus hijos no tenía ese vínculo. Desde chicos mantuvo con ellos una relación muy conflictiva y agresiva”.
María Alejandra dejó de vivir con Hebe a los 18 años, cuando sufrió fuertes amenazas de grupos vinculados a la dictadura. En su entorno cuentan que “con los seguros del padre y la plata que le prestaron unos amigos se compró un departamento. En aquel momento trabajaba en el Entel, y después de algunos años comenzó a trabajar al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, en donde tiene planta permanente, aunque estuvo en comisión en Nación”.
En el año 2000, después de que Hebe sufriera varias amenazas, su hija decidió volver a vivir con ella. Un año después, la presidenta de Madres denunció que desconocidos ingresaron por la fuerza en su casa y agredieron a su hija. De bajo perfil, María Alejandra debió posar por primera vez frente a las cámaras para mostrar las heridas.
Años después, la hija de Hebe decidió mudarse a tres cuadras de la casa de su madre. Sin embargo, al ser soltera y sin hijos, María Alejandra acompaña varias noches a la titular de Madres. “Cuando Hebe tuvo ataques de asma, se quedó varios días en la casa de Alejandra”, cuentan en el entorno familiar, quienes relatan que la relación entre ellas “es excelente, hasta se van de vacaciones juntas, el último verano estuvieron en San Clemente”.
Además de su trabajo en el Estado, durante los últimos años María Alejandra se dedicó a la edición de la revista Sueños Compartidos.