Al final de la campaña porteña, vuelven las tomas escolares

“El año pasado a esta altura había solamente dos escuelas tomadas, pero ahora esperamos que sean más de diez”, se entusiasma Ramiro Yordan, del Centro de Estudiantes del Esnaola. A menos de una semana de las elecciones, al menos seis colegios votaron retomar la protesta que puso en jaque al Gobierno porteño a mediados de 2010, y otra decena de establecimientos decidirá el lunes si se pliega.
El plan, ideado en la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES), incluye tomas en toda la semana, que serán levantadas el viernes al mediodía para marchar hacia el Ministerio de Educación. El colegio Claudia Falcone será el que inicie la protesta, el lunes. Lo seguirán, entre el martes y el jueves, el Fernando Fader, Normal 1, el 4, el 6 y el 10.
Hoy se realizará una reunión de la CUES en la que participarán representantes de cerca de treinta escuelas, y el lunes cada una de ellas definirá en asamblea si se pliega a la medida. Según fuentes de la coordinadora, podría sumarse el Mariano Moreno, el Avellaneda, el Esnaola, el Mariano Acosta, el Nacional 17 y el Carlos Pellegrini.
Los estudiantes denuncian deficiencias edilicias en los colegios. Aseguran que el plan de obras prometido el año pasado no fue cumplido, y que los arreglos realizados no satisfacen las expectativas. “En mi colegio se están cayendo los techos y hay problemas de agua. Nos prometieron que las obras empezaban el 7 de junio y no lo hicieron”, sostiene Aldana, del Falcone.
Desde el Ministerio de Educación, que dirige Esteban Bullrich, consideran que no hubo ningún pedido de negociación por parte de los estudiantes, que se manifestaron el jueves frente a sus puertas. “Es claramente una cuestión política, es gente del Partido Obrero y del kirchnerismo, que vino al ministerio con la consigna ‘Fuera Macri’”, dice Bullrich.
“Estamos enojados con el ministro, lo invitamos a hacer una recorrida colegio por colegio junto con los medios para mostrarle los problemas y se negó”, se queja Yordan. “Marchamos al ministerio cuatro veces, y Bullrich nunca nos recibió”, completa Juan Manuel (este año la mayor parte de los participantes decidió no dar el apellido a la prensa), del Centro de Estudiantes del Normal 6. Para algunos, la fecha fue elegida estratégicamente. “Fue pensado antes de las elecciones porque es cuando se dan los debates entre los candidatos. Nosotros denunciamos al gobierno de Macri, pero esto es también un aviso para el que venga después”, aclara Aldana. Matías Mlotek, del Frente de Estudiantes en Lucha (FEL), puntualiza la postura de su agrupación: “Lo hacemos ahora porque queremos influir en los comicios, y todos los principales candidatos, Macri, Filmus y Solanas, se pronunciaron en contra de nuestra lucha”, sostiene.
A pesar de la unidad que había mostrado la CUES el año pasado, cuando logró instrumentar la toma de hasta cuarenta escuelas en simultáneo, la coyuntura política terminó por dividir al grupo. Entre diferencias metodológicas y acusaciones de copamiento por parte de partidos de izquierda, una facción se abrió y creó la Federación de Estudiantes Secundarios (FES), que se opone a tomar escuelas antes de las elecciones.
Sin embargo, la postura de los centros que responden a la FES, con gran presencia en el Danzas 1 y 2, el Mariano Acosta y el Normal 7, es aceptar el mandato de las asambleas. “Nosotros no estamos de acuerdo, porque victimiza a Macri y perjudica a Filmus. Pero nos alineamos con la mayoría”, indica Tomás Lerner, vocero del Mariano Acosta y militante de Nuevo Encuentro.
Reglamentan los centros de estudiantes
El Ministro de Educación, Esteban Bullrich, reglamentó, después de tres años de su promulgación, la ley que regula los centros de estudiantes. La idea es llamar a elecciones simultáneas en todas las escuelas en agosto.
“Esto nace para evitar que un grupo minonitario se arrogue la representación de la mayoría”, sostiene Bullrich. Y agrega: “Muchos de los que tomaron el año pasado ahora perdieron las elecciones”.
Los estudiantes no se tomaron bien la movida, y consideran que es una maniobra para debilitarlos. “Los centros ya funcionan así, lo que quieren es verticalizarlos y desviar la discusión”, se queja Aldana, del Falcone.
Según la nueva normativa, cada curso elegirá a un representante, y todos los ganadores designarán una comisión directiva y un presidente. El decreto establecía que las autoridades debían conformarse antes del 20 de junio, pero se modificó la fecha para alejarla de la campaña electoral porteña. Los presidentes de todos los centros elegirán a un delegado por cada una de las 15 comunas porteñas, que tendrá comunicación directa con el ministerio.
El decreto busca combatir la forma en que se definen las tomas. Ahora, los representantes de cada escuela se reúnen en la CUES y debaten tomar medidas de fuerza conjunta y luego en cada establecimiento se vota en asamblea de la que pueden participar todos los alumnos.