Ratifican que desviaron materiales de construcción al country de Schoklender
El empleado de la Fundación, que la semana pasada declaró como testigo ante el juez federal Norberto Oyarbide, y cuya identidad no trascendió, afirmó que el 98 por ciento de los materiales se destinaron efectivamente a la construcción de las casas, pero que hubo varios envíos de materiales con otros fines.
Precisó que dentro de ese segundo grupo, un envío terminó en manos de un arquitecto que había prestado servicios a la Fundación, otro en manos de un peón y un tercero se desvió al barrio El Patacón de Pilar, en el que por lo menos ocho de los 17 terrenos, sus casas, quinchos y piletas pertenecían al círculo más íntimo de Schoklender.
De hecho, cuando inspeccionó el lugar, en junio pasado, Oyarbide constató en persona que varias de esas construcciones se habían levantado con los materiales que la Fundaciónusa para levantar las viviendas sociales que se pagan con fondos públicos.
"Se ha podido observar, con toda claridad, que [los inmuebles] están construidos con materiales que se emplean para construir las casas de la fundación", había declarado Oyarbide ese día.
En la semana previa a esa inspección, el testimonio de un hombre que trabaja en El Patacón había dado una pista clave: declaró que había visto llegar camiones con la identificación de las Madres de Plaza de Mayo, que llevaban materiales para ampliar la casa de Pablo Schoklender (hermano de Sergio y ex empleado de la fundación); para levantar un quincho en un terreno de Viviana Sala, ex mujer de Sergio Schoklender, y para obras en la casa de Eduardo González Fernández, ex director de Sueños Compartidos, el programa de viviendas sociales de las Madres.