21 mayo, 2025

Ciudad vigilada: más de mil cámaras están mirando

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Empezaron siendo unas pocas, colocadas en los cruces de las arterias más importantes. Hoy son más de mil las cámaras del gobierno porteño que vigilan la ciudad y se espera que para fin de año el número ascienda a dos mil.
LA NACION recorrió uno de los centros de monitoreo para ver cómo funciona el sistema de control.
"Empezamos instalando cámaras en lugares claves como los alrededores de hospitales y escuelas y algunas esquinas importantes. Luego incorporamos en las zonas donde los vecinos denuncian más hechos de inseguridad", dijo a LA NACION Eugenio Burzaco, jefe de la Policía Metropolitana.
Hoy son alrededor de 1100 cámaras las que son monitoreadas por personal civil de la policía de la ciudad en dos centros. Para fin de año buscan aumentar el número de cámaras a 2000, crear un tercer centro y colocar operadores también en las comisarías.
En cada uno de los dos Centros de monitoreo urbano hay personal controlando unas 500 cámaras durante las 24 horas del día. Los operadores trabajan en turnos de ocho horas, con 15 minutos de descanso cada 45.
Como se realiza también en varios municipios de la provincia de Buenos Aires, las cámaras suelen captar hechos de robo, arrebato y venta y consumo de estupefacientes. En varias oportunidades, estas imágenes han permitido detener a delincuentes.
Un ejemplo es un caso en el que una persona robó mil pesos de un cajero automático del Banco Ciudad de Triunvirato y Blanco Encalada, en el barrio porteño de Villa Urquiza. El hombre fue seguido por las cámaras de la ciudad y finalmente detenido y trasladado a la comisaría de la Metropolitana en la Comuna 12.
Pero las cámaras no sólo permiten actuar en casos de inseguridad. También sirve para otras situaciones, como accidentes de tránsito. En otro de los videos facilitados por el gobierno de la ciudad, un operador del centro de monitoreo observó un accidente entre tres vehículos. Se les dio inmediato aviso al personal policial de la zona para controlar el caos vehicular.
Este sistema también lo utilizan otros Municipios. Un ejemplo es Tigre, que en varias ocasiones llevó a cabo operativos policiales a partir del monitoreo de las imágenes de las cámaras instaladas en distintos puntos claves.
Pero ¿cómo evitar que el monitoreo de cámaras se convierta en un Gran Hermano que esté en todos lados? Por empezar, el software que se utiliza para la filmación tiene una aplicación que impide que se tomen imágenes del interior de los edificios o casas alcanzados por las cámaras. Sólo se puede monitorear la vía pública, "salvo expreso pedido judicial que requiera poder acceder a imágenes de algún edificio en particular", aseguró Burzaco.
De todos modos, no son sólo las cámaras de la ciudad las que filman la vía pública. También están las cámaras instaladas por entidades privadas, muchas veces para controlar los ingresos a los lugares, como ser los bancos.
En ese sentido, el legislador porteño por Nuevo Encuentro y miembro de la Comisión de Seguridad de la Legislatura, Gonzalo Ruanova, sostuvo que "es fundamental ser muy precavidos con el uso que se les da a las imágenes captadas tanto por las cámaras del gobierno como por las de entidades privadas".
"En una sociedad marcada por la inseguridad muchas veces se entremezcla la vigilancia con la violación a lo privado. Por eso lo importante es cómo se manejan esas imágenes. No deben convertirse en un show televisivo, sino que deben servir para la preveción del delito y la disuasión del delincuente", dijo Ruanova a LA NACION.
El legislador presentó un proyecto para modificar la ley 2.602 que regula la utilización de videocámaras para grabar imágenes en lugares públicos. Dicho proyecto pretende establecer una serie de pautas y cuidados para el manejo de las imágenes tomadas tanto por las cámaras del gobierno como las privadas cuando filmen espacios públicos.
En los últimos tiempos hubo algunas polémicas con respecto a la utilización de cámaras para la vigilancia. Una de ellas tuvo que ver con un fallo que impidió la instalación de 90 cámaras de seguridad en colegios públicos porteños.
Si bien estas cámaras no se vinculan con el centro de monitoreo, si no que se pensaron como un sistema de vigilancia para evitar robos en los establecimientos, la propuesta generó molestias y la Justicia decidió que "se excluyan de la vida interna de los establecimientos educativos los registros de video grabados que hagan posible la vigilancia con destino a las bases de datos de las empresas privadas".
"Hubo una mala interpretación de la propuesta. La idea era filmar en horarios en que los chicos no están, porque sabemos que hay muchos robos de computadoras y otros elementos de valor. No podemos poner un policía o vigilador en cada escuela", explicó Burzaco.
También hubo una denuncia sobre la posibilidad de que canales de televisión tomen la señal de las cámaras porteñas. Burzaco explicó que en realidad sólo se le permite a los medios el acceso a imágenes panorámicas. "Cuando se trata de operativos concretos, para poder pasarlo a los medios necesitamos la autorización de un juez", dijo el titular de la fuerza metropolitana. El sistema de monitoreo funciona como una Intranet y no se puede acceder a las imágenes desde ningún otro lugar..

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