Lubertino quiere prohibir juguetes sexuales
Lubertino adelantó que ya tiene preparado un variado "set de juguetes sexuales" para mostrar ante las cámaras de televisión y explicar cómo y por qué pueden ser nocivos para la salud.
Básicamente hay que entender que los productos sexuales hechos con PCB le da a los fabricantes la posibilidad de agregar diversas sustancias tóxicas a sus fórmulas en el proceso de fabricación tales como: "Aguarrás, Kerosene y Biodiesel". También hay que en entender que el PCB migra las sustancias que le son agregadas, y es ahí cuando dichas sustancias contaminan a la gente al usar tales juguetes.
Con estas tres sustancias son más que suficiente para fabricarlos, y para considerarlos tóxicos por su alto contenido de Ftalatos (Sustancia Carcinógena y Disruptores Endocrinos), o de Adipatos (Sustancia Carcinógena), Estaño (Los enlaces orgánicos de estaño son las formas más peligrosas del estaño para los humanos. A esta fórmula se le llama "Plastisol".
Cabe recordar que los juguetes de los niños menores a tres años se prohibieron por contener hasta 51% de Ftalatos, porcentaje requerido para que un juguete hueco no se colapse al ser apretado, pero en la fabricación de juguetes sexuales la concentración de Ftalatos es mucho mayor, hasta un 80%, lo que lo vuelve 50% más peligroso que un juguete de niño.
Por si fuera poco, los fabricantes no se conformaron con esos porcentajes altísimos de Ftalatos o Adipatos y Estaño, si no que para bajar sus costos agregan sustancias como Kerosene (ingrediente usado como base de insecticida), Biodiesel (Aceite de pollo), Aceite de Automóvil y Aguarrás.
Los fabricantes se dieron cuenta que al agregar otras sustancias al plastisol, modificaban las características y composición química del juguete, volviéndolo muy suave, muy brilloso, muy transparente, lo cual era muy atractivo para la venta, pero también encontraron que los productos al cabo de cinco días de haberse fabricado exudaban mucho las sustancias aceitosas que componen su fórmula. Sin embargo, el juguete visualmente era tan atractivo que a esa exudación la bautizaron con el nombre de "autolubricados" lo que sugiere que serían juguetes que no necesitarían usarse con lubricantes, volviéndolos aún más peligrosos.