A 5 días: El debate energético ya no puede ser postergado
El gasto en importaciones destinadas a sostener al sistema energético es uno de los grandes temas del próximo gobierno. Y aunque en la administración de Cristina Fernández defiendan las compras externas para sostener el crecimiento del "modelo", saben que en el largo plazo esto traerá más perjuicios que beneficios.
El último dato disponible del INdEC muestra que durante los 1ros 8 meses de 2011 se acumuló un déficit comercial del sector de casi US$ 3.000 millones, una cifra que hasta los especialistas más críticos suponían para todo el año.
Los pilares de este gasto se encuentran en las importaciones de gas (sobre todo las crecientes adquisiciones de GNL en buques) y de combustibles líquidos para la generación eléctrica. Los desembolsos corren por parte del Estado que paga las cuentas a través de onerosos subsidios a través de empresas estatales como Enarsa y Camessa.
Los problemas energéticos y su consecuente impacto en la economía es tema de debate.
Orlando Ferreres, de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, incluyó al sector entre los que sufren el "cuello de botella" generado en la oferta por falta de incentivos a la inversión durante una entrevista al diario La Mañana de la ciudad de Córdoba:
"- ¿Dónde están hoy los principales cuellos de botella?
-Claramente los tenemos en los sectores regulados. Por ejemplo, en energía donde los precios están congelados -con algunas variantes- desde 2001 hasta ahora. No alcanza a abastecer la demanda. También en petróleo-combustible, donde no se ha explorado. La situación es similar para el gas natural, tanto tradicional (pozos de Neuquén y de la zona más austral de la Patagonia) como para el nuevo, para el que -además de perforar- hay que buscar lateralmente dentro de la roca. Dicen que Argentina tiene la segunda reserva conocida de este gas pero hacen falta buenos precios, mejores a los que hoy hay para que se explote. Piense que un consumidor residencial del Gran Buenos Aires, donde hay 14 millones de personas (40 por ciento de la demanda) paga 41 centavos y el gas importado de Bolivia cuesta nueve dólares el BTU. O sea, se tiene que acercar, ni nueve dólares pero tampoco 41 centavos quizá cinco o seis…"
Las crecientes importaciones de energía como factor "insostenible" de la economía argentina y como amenaza al crecimiento fue mencionada por Ricardo Hausmann, economista y director del Instituto de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, en una entrevista a El Cronista Comercial:
"¿Cuál cree que es el principal problema de la Argentina?
-El problema es que hay muchos elementos de política económica que son insostenibles. La apreciación cambiaria, la inflación, la falta de una estrategia para reducir la suba de precios y la escasez de inversión en ciertos sectores básicos. La Argentina debería estar exportando energía y está importándola; no hay inversiones en gas, hay una cantidad de distorsiones que se le han creado a la economía que van a tener un impacto sobre el crecimiento.
-¿Para cuándo prevé este escenario? ¿En 2012?
-No tengo la suficiente información del país como para decir cuándo ocurrirá, pero lo que está claro es que con este set de reglas, el país va a pagar un costo significativo en términos de oportunidades perdidas".
Jorge Lapeña, exsecretario de Energía y quien diseñó la plataforma energética del candidato de UDESO Ricardo Alfonsín, habló sobre el optimismo de los empresarios del sector que participaron de la exposición Oil & Gas la semana pasada en La Rural, en una entrevista concedida al diario La Prensa:
"-¿Por qué los empresarios en el Congreso de Petróleo y Gas mostraron optimismo pese a la inminente recesión mundial y la baja del precio del barril?
-Son muy optimistas porque en general las empresas petroleras, si se miran los balances, cada vez producen menos pero ganan más dinero. En los balances no hay ninguna petrolera de las que operan en Argentina que esté perdiendo plata. Cuando no se pierde, surge este optimismo alegre pero sin perspectiva estratégica. La pregunta sería: ¿Usted cree que Argentina en 10 años producirá más petróleo o menos? ¿La diferencia con Brasil se ampliará o se reducirá? Nadie se jugará por la visión de largo plazo.
-Se comentó que hasta un precio de US$67 por barril sería soportable para las empresas.
-La pregunta también sería: si por alguna razón el petróleo costara US$15 el barril, como costaba en la época de De la Rúa (Fernando), ¿qué pasaría con las empresas petroleras argentinas? Posiblemente le dirían que nos fundimos todos. Pero nadie hace esa pregunta. Antes aguantaba porque los costos eran menores, había más eficiencia y mayor producción por pozo. El gas era argentino. El problema mayor es que el Gobierno no cree estar en problemas."
Por último, Emilio Apud, exsecretario de Energía y miembro, junto a Lapeña y otros del colectivo de exsecretarios que cuestionan la política oficial para el sector, puso la lupa sobre los anuncios en esta materia en una entrevista con el sitio Noticias y Protagonistas de Mar del Plata:
"Noticias & Protagonistas: La inauguración de la nueva refinería, ¿contribuye a resolver la demanda de combustible, a que las estaciones de servicio tengan cupo, y evitar los enfrentamientos cotidianos?
Emilio Apud: En realidad es una refinería de baja escala; procesará algo así como 1.000 m3 diarios de petróleo cuando la más chica es de 4.000 m3. Va a ser el 0,8% de la producción total, pero de todos modos algo suma. Resuelve algunos problemas regionales en la zona Comahue-Cuyo, muy poco en lo general. Luján de Cuyo procesa 17.000 m3 por día, para comparar.
N&P: ¿Quiere decir que es más discurso que solución?
EA: Lo que digo es que se anuncian muchas cosas como si fueran a resolverse los problemas para generar un efecto bienestar en la gente, como se hizo con el anuncio de Atucha II; es típico de período electoral. Lo cierto es que para salir de la estrechez en el tema refinerías hace falta ampliar un 15% o 20%, lo que implica US$ 2.000 millones en inversión, mucho más que ahora.
N&P: ¿Entonces por dónde habría que encarar el tema?
EA: Me parece que en vez de anuncios, deberían marcarse los problemas a resolver. Se viene la noche en la cuestión energética. Hay US$10.000 millones en subsidios de tarifa para servicios que no son buenos, y hay un nuevo problema: el déficit de la balanza comercial de hidrocarburos, porque importamos más de lo que exportamos; antes teníamos saldo a favor de US$6.000 millones, ahora estamos US$3.000 millones abajo. Si seguimos así, con la idea de regasificar lo que viene en barcos, no resolvemos la cuestión de fondo: para eso habría que invertir en el propio gas que hay bajo nuestro suelo."