Sorpresivamente, la Gendarmería ocupó la sede de Cablevisión
En un hecho que prácticamente no tiene antecedentes, efectivos de la Gendarmería nacional allanaron y ocuparon sorpresivamente la sede de la empresa Cablevisión. Fue por una orden de la justicia de Mendoza, donde la compañía no tiene operaciones, a raíz de una denuncia presentada por el grupo Vila-Manzano, alineado con el kirchnerismo.
Esta mañana, más de 50 efectivos de la Gendarmería llegaron a la sede de Cablevisión y Fibertel en el barrio de Barracas acompañados no solo por funcionarios judiciales sino, también, por las cámaras de 6, 7, 8, el programa ultraoficialista del canal estatal.
Además del allanamiento, ocuparon el noveno piso del edificio, donde están encerrados pidiendo todo tipo de documentación a ejecutivos de la compañía. También revisaban las bolsas de cada persona que entraba a la sede de la compañía.
La orden fue dictada por la Justicia de Mendoza. La denuncia que originó la decisión judicial fue hecha por el grupo Vila-Manzano, un multimedios con empresas de medios en Mendoza pero también en otras partes del país. El grupo es un aliado fundamental del Gobierno y uno de los principales beneficiarios de la pauta oficial.
En un comunicado, Cablevisión acusó a Vila-Manzano de llevar adelante “una maniobra con el auxilio de un juez mendocino para intentar intervenir Cablevision” y resaltó que se trata de un hecho “sin precedentes que se inscribe dentro de la sistemática campaña de hostigamiento que el Gobierno nacional realiza a las empresas del Grupo Clarín”.
“El mismo Grupo de medios mendocinos que ayer salió a avalar la ley de Control de Papel, ahora está apelando a un Forum Shopping (elección a dedo de un juzgado), en una provincia donde Cablevisión no tiene operaciones, pretendiendo cumplir la tarea que el Gobierno Nacional no pudo e intentando avanzar sobre el patrimonio de una compañía privada e independiente que brinda servicio de televisión por cable e Internet a millones de argentinos”, añade el texto de la empresa de cable.
El único antecedente con el que cuenta el inusual y sorpresivo operativo es el allanamiento que realizaron más de 200 inspectores de la AFIP a Clarín en septiembre de 2009. En ese momento, el propio titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, salió a despegarse del cuestionado operativo, del que, dijo, se enteró por Internet.