El anillo de Oyarbide, en el ojo de la tormenta en el Congreso

Diputados de la oposición reclamaron que el juez federal Norberto Oyarbide brinde explicaciones por la compra de un anillo que estaría valuado en U$S 250.000.
El jefe del bloque radical de Diputados, Ricardo Gil Lavedra, consideró que "no es creíble que le hayan hecho obsequios de ese valor".
"El juez debería dar una explicación más detallada ante el Consejo de la Magistratura porque no es razonable que un funcionario público pueda comprar un anillo de ese valor", enfatizó.
A su vez, la diputada Patricia Bullrich evaluó que si el juez "dice que son regalos particulares, habrá que determinar si tienen relación con las decisiones tomadas en sus expedientes".
"Si así fuera, eso es objeto de juicio político", señaló la ex ministra de Trabajo, en declaraciones a un matutino porteño.
De todos modos, indicó que "si el juez demuestra que, por ejemplo, entregó en parte de pago las pulseras o los relojes que le obsequiaron para comprar el anillo y eso no tiene ninguna relación con su trabajo como juez, no estaríamos frente a una falta".
Versiones periodísticas habían indicado que, de acuerdo con la versión del juez, por la compra de la joya entregó "en pago todo" lo que le "regalaron en los últimos cinco años".
En la su declaración jurada de bienes de 2010, Oyarbide no consignó que tenía ese anillo, según se desprende de la lectura del libro "Sr. Juez, una biografía judicial de Norberto Oyarbide".
El jueves 1º de septiembre de 2011, cuando la causa por el desvío de 700 millones de pesos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo era un tema caliente de la agenda judicial, el juez ingresó a los Tribunales de Comodoro Py con su anillo millonario semiescondido. Custodiado por sus ayudantes, en el bolsillo izquierdo de su saco podía verse una gigantesca piedra que se asomaba.
El pasado 11 de noviembre de 2001, se lo pudo ver a Oyarbide comiendo con amigos en el restaurante italiano Sottovoce de Puerto Madero. Mientras las copas de champagne iban quedando vacías a medida que la conversión avanzaba, Oyarbide les mostraba a los comensales el “tamaño” de su anillo de brillantes. Su resplandor podía verse desde afuera.
En ambas oportunidades, la pieza retratada en el dedo anular de Oyarbide coincide con la descripción que hizo el diario La Nación sobre la última joyita del juez que tiene en la mira a Sergio Schoklender, ex apoderado de la Fundación Sueños Compartidos de Hebe de Bonafini y las Madres.