7 abril, 2025

Buscando a Néstor en el Boudougate

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Detrás de Amado Boudou, en el ‘caso Ciccone’, se encontraba, por lo menos avalando, Néstor Kirchner: esa es la hipótesis de todos los periodistas que trabajan en descifrar el Boudougate.
¿Quién podía convencer, a la vez, a Ricardo Echegaray, jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos; a Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior con jurisdicción sobre Defensa de la Competencia; y al directorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires? Boudou nunca tuvo poder real como ministro de Economía.
Es decir, hay un punto de la investigación en el que el Boudougate mutará en Néstorgate. Y esa posibilidad preocupa a los guardianes de la memoria de Kirchner.
Pero hay algo mucho más grave: si de Boudou se pasara a Néstor Kirchner ¿podría llegarse hasta Cristina Fernández? La situación es complicada para la Presidente: si sabía, porque no lo impidió. Si no lo sabía, porque revela que con Néstor había un gobierno paralelo.
Impedir que el escándalo siga escalando es el nudo de la defensa a rajatablas que ensaya la Casa Rosada del vicepresidente, Amado Boudou, quien aparece cada día más comprometido.
Aquí, las últimas noticias para este boletín:
Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:
"Julio De Vido se empezó a desesperar incluso antes de que en la pantalla del canal de cable C5N irrumpiera con sus críticas severas el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El ex embajador menemista y escritor Jorge Asís, hizo una minuciosa descripción sobre los vínculos de Amado Boudou con Ciccone Calcográfica, convertido en un escándalo político y de corrupción que trastorna al gobierno kirchnerista. Esa descripción reconoció un hito: el entrevistado, dos veces, recalcó que Cristina Fernández estuvo al tanto de esas negociaciones, ensombrecidas ahora por denuncias y sospechas.
Cuando Asís concluyó su participación y llegó el corte publicitario, el conductor del programa, Marcelo Longobardi, se apartó de la escenografía y mantuvo conversaciones telefónicas tensas que su rostro no logró disimular . Alberto Padilla, el economista mexicano que trabajó en la CNN , cuya salida al aire finalmente se frustró, fue espectador privilegiado del instante. Alberto Fernández, más alejado, esperaba su turno.
Longobardi, que se sepa, nunca habló con De Vido. Habló con Daniel Hadad, el dueño de la empresa periodística. Hadad fue quien recibió las airadas presiones del ministro de Planificación. Quizás, ni uno ni el otro imaginaron que Alberto Fernández cuestionaría con tanto rigor y justeza algunas de las recientes decisiones de Cristina. Le corrió, en buena medida, el velo al relato K sobre los motivos que empujan la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. Los legisladores kirchneristas adujeron que, de ese modo, se terminarían de barrer los últimos vestigios de la convertibilidad de Domingo Cavallo. El ex ministro de Economía, como el ex dictador Jorge Videla, alzados siempre como espantajos del pasado para ocultar el presente.
Alberto Fernández explicó que, en verdad, las modificaciones derrumban un DNU de Néstor Kirchner, con validación parlamentaria, que estableció en el 2005 las reservas de libre disponibilidad para hacer frente, sobre todo, a los compromisos externos. De esa manera se efectuaron pagos millonarios al FMI, dentro de la política de desendeudamiento.
El ex jefe de Gabinete, apenas cinco días antes, había lanzado una parrafada que desencajó a Cristina.
Un hombre que la frecuenta se lo hizo saber.
Fue cuando dijo, sobre el episodio que acorrala a Boudou, que la Presidenta debía exigirle aclaraciones a su vice. Y que en esta ocasión, como había sucedido con Julio Cobos, no podía echarle la culpa a Kirchner: ella ungió en total soledad a su compañero presidencial, desafiando incluso dudas de su círculo íntimo. (…)".
Hugo Alconada Mon en el diario La Nación:
"El mensaje llegó del Ministerio de Economía, que por entonces lideraba Amado Boudou. "Reciban a esta gente." Y, atento al pedido, así se hizo. La cúpula del Banco Provincia (Bapro) escuchó a los emisarios a mediados de 2010. Eran dos abogados. Uno de ellos, Alejandro Paul Vandenbroele , el acusado de ser testaferro del ahora vicepresidente de la Nación.
Se presentaron para pedir la colaboración de la entidad en el proceso de levantamiento de la quiebra de la imprenta Ciccone .
La intercesión del Palacio de Hacienda a favor de Vandenbroele ante el segundo banco público más importante del país fue confirmada a LA NACION por altas fuentes de la entidad. Aportaron más detalles de las negociaciones alrededor de una deuda por más de $ 6 millones, que incluyeron hasta una reunión de directorio en septiembre de aquel año para acordar los pasos por seguir. "Vandenbroele se presentó para comunicar el interés que tenían por Ciccone , aunque dijo que sería el Estado nacional el que tomaría el control de la planta y que, por lo tanto, nos pedía que no objetáramos el levantamiento de la quiebra que estaban por solicitar", rememoró uno de los informantes consultados por LA NACION. "Pidió que presentáramos una conformidad con ese levantamiento o que por lo menos nos mantuviéramos callados", añadió. (…)
La oferta de Vandenbroele movió la maquinaria del banco. Al punto que el directorio -liderado por Francos y en el que el actual presidente, Gustavo Marangoni, ocupaba la vicepresidencia- se reunió y aprobó su propuesta en septiembre de 2010, mientras que en el expediente judicial se pedía el levantamiento de la quiebra y la AFIP daba su consentimiento "pleno e incondicional" a esa medida.
El apuro por levantar la quiebra resulta evidente al cotejar el expediente judicial. Tanto que el levantamiento se dispuso el viernes 24 de septiembre, sin siquiera esperar a que se cumpliera el plazo estipulado en los edictos para que se presentaran eventuales nuevos acreedores de la ex Ciccone a verificar créditos. En teoría, tenían tiempo hasta el miércoles 29, lo revocaron antes.
Ese mismo apuro volvió a reflejarse un mes después. El 28 de octubre, mientras el país atravesaba el primer día de duelo por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, Vandenbroele citó a una asamblea de accionistas de la sociedad The Old Fund SA, con la que pasó a presidir la nueva Ciccone. Es decir, lejos de aquel supuesto plan original de "estatizar" la imprenta.
Sin perder tiempo, la asamblea de accionistas se celebró al día siguiente. Mientras cientos de miles de personas pasaban por la Casa Rosada para despedir a Kirchner, Vandenbroele y su amigo y abogado Albert Chamorro Hernández formalizaron el ingreso de la misteriosa sociedad extranjera Dusbel SA -de origen desconocido-, que se quedó con el 50% de The Old Fund, a cambio de aportar $ 2,4 millones cuyo origen tampoco se clarificó. (…)".
El diario Clarín sigue presionando:
"Los empleados de la ex Ciccone Calcográfica cobraron su sueldo hace pocos días, es decir, con retraso.
Esa situación los inquietó. Hasta ahora, los salarios se pagaban en tiempo y forma. La empresa tiene un déficit operativo mensual de alrededor de US$ 900.000.
¿Quién pone esa plata? ¿De dónde salió el dinero para comprar la imprenta privada más importante del país, la única con capacidad para imprimir billetes? La Justicia busca respuestas para esos interrogantes.
El juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo llevan adelante el expediente del caso que envuelve al vicepresidente Boudou. (…)
Este diario pudo saber que, siguiendo la pista del posible lavado de dinero, en la fiscalía de Rívolo comenzaron a estudiar el expediente de la quiebra de Ciccone Calcográfica, la documentación enviada por la AFIP y ,entre otras cosas, el expediente sobre Ciccone que había abierto la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (UFITCO). (…)
La Justicia busca determinar cómo se realizaron todos los pagos a todos los acreedores de Ciccone que aceptaron las condiciones de The Old Fund para cobrar la deuda que la empresa tenía con ellos.
Según consta en el expediente de la quiebra de Ciccone, al que tuvo acceso Clarín, los acreedores de la firma eran 48, incluida la AFIP. Algunos de ellos son Allianz Argentina Compañía de Seguro; la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña; Deltacom SA; Equipamientos Los Cerrillos SRL; Hagraf; y Swiss Medical Group.
En el expediente de la quiebra, se informa, además, que Vandenbroele aportó $ 1.800.000 que le fueron transferidos por una empresa concesionaria del Estado, London Supply. (…)
Clarín pudo saber que London Supply informó a la Justicia que el dinero que le transfirió a Vandenbroele ($ 1.800.000) le fue devuelto a la semana porque, según indicaron, se arrepintieron de participar en el negocio.
En la Justicia consta que la devolución de esa plata se hizo a través de un cheque del Banco Macro, de Jorge Brito. El vicedirector de la ex Ciccone, Máximo Lanusse, fue gerente de esa entidad. El Macro, además, le otorgó un crédito a la ex Ciccone. Una trama enredada: el banco también construyó el edifico Madero Center, de Puerto Madero, en el que vive Boudou. A eso se suma que la casa del vice está a nombre de una sociedad, Searen, que es a la vez socia de London Supply.
La ruta del dinero que lleve a los accionistas de la ex Ciccone deberá dilucidar una compleja trama de sociedades. Se sabe que el 30% de la empresa está a nombre de la familia Ciccone y que el 70% corresponde a The Old Fund, que asumió al menos tener un accionista, Guillermo Reinwick.
El diario La Nación reveló ayer que el 28 de febrero se oficializó que el 50% de The Old Fund pasó a ser controlado por una sociedad extranjera llamada Dusbel, quien puso para esa operación 2,4 millones de pesos. (…)".
Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:
"La Justicia está buscando también otras respuestas, aunque ya existen algunas deducciones.
¿Qué papel jugó José María Núñez Carmona, amigo de Boudou y de Vandenbroele?
¿Es cierto que Núñez Carmona hizo gestiones ante el Gobierno en nombre de la ex Ciccone?
¿Lo hizo también en nombre de negocios comunes con el vicepresidente y con Vandenbroele?
Vandenbroele aceptó, en una declaración voluntaria ante la Justicia, que le presentó a Núñez Carmona a un amigo suyo para que alquilara en Puerto Madero un departamento que es propiedad de Boudou. Ese departamento es el nexo tangible entre Boudou y Vandenbroele. ¿Quién es ese amigo? ¿Tuvo alguna relación con la saga de Ciccone?
La pregunta más enigmática es, sin embargo, sobre la propiedad de The Old Fund, que controla el 70 por ciento de las acciones de la ex Ciccone. The Old Fund está radicada en la Capital, pero es propiedad de una firma holandesa con sede en Ginebra, que se disolvió, y de otra firma extranjera, Dusbel SA. Nadie sabe nada sobre los dueños de esta última empresa.
La familia Ciccone dijo públicamente que controla el 70 por ciento de The Old Fund. Aun cuando eso fuera comprobable, ¿quién controla el 30 por ciento restante?
El gobierno de Cristina Kirchner estuvo a punto de encargarle la impresión de los pesos argentinos a una empresa cuya propiedad total se desconoce. ¿Y si se tratara de lavado de dinero de procedencia ilegal?
Un próximo paso inevitable de la Justicia, luego de los allanamientos del viernes, será el envío de exhortos al exterior para saber quiénes son los dueños verdaderos de The Old Fund.
Los exhortos deberán ser firmados por el juez Daniel Rafecas e irán hacia un mundo demasiado atento a las maniobras de lavado de dinero. Seguramente, Rafecas no demorará esa decisión, esencial para continuar con la investigación.
El fiscal Carlos Rívolo es un investigador incansable y meticuloso; sabe también que Rafecas es un juez que exige estándares altos de pruebas para imputar a un sospechoso. Los dos han enhebrado una buena relación. (…)".

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