Asalto en Barracas: "Amenazaron con cortarle los dedos a mis padres"

Los dos ladrones se metieron detrás de la menor, identificada como Aldana Prego, sacaron sus armas, se pusieron guantes de látex y la obligaron a que los llevara a su departamento, donde sólo estaba la empleada doméstica, contó. "Me golpearon la cabeza", dijo.
El violento robo ocurrió el lunes hacia las 14 en un edificio de la calle Azara al 300, del barrio porteño de Barracas. El asalto duró más de una hora. Cuando la familia de la chica (el papá es kinesiólogo y su mamá, abogada) hizo la denuncia, la Policía les dijo que no podía hacer nada porque los asaltantes usaron guantes y no podían levantar huellas.
La joven víctima dijo que el asalto “fue al voleo” y que los asaltantes tenian entre 25 y 30 años. “La que más mal esta soy yo”, aseguró Aldana, quien aclaró que está tranquila porque sus padres están bien. “Tengo la contención de mis amigos y mi familia”, afirmó.
La mamá de la víctima relató a Radio 10 que "entraron dos personas acompañando a mi hija, la acompañaron hasta el ascensor, ahí se calzaron guantes de latex, sacaron sus armas, entraron al departamento, le pusieron precintos y la amenazaron para que les dijera dónde guardaban el dinero".
Asimismo, la adolescente dijo que los dos delincuentes amenazaron con quedarse hasta que sus padres llegaran al departamento. "Me dijeron que los iban a esperar y que les iban a cortar los dedos uno por uno hasta que nos dijeran dónde estaba el dinero", contó. De igual forma, reveló que los asaltantes le dijeron que uno de sus compañeros la había delatado y que por eso estaban en el lugar. Sin embargo, aseguró que la Policía le dijo que se acostumbra a que los delincuentes digan quién delató a la víctima. "Yo hasta me puse a pensar quién había sido", aseveró.
“Se llevaron electrodomésticos, dinero. Dieron vuelta la casa. Se llevaron una balija. Después de que se fueron, llame a la Policia. Las autoridades se llevaron el precinto con el que nos habían maniatado”, resaltó la joven de 15 años. Según relató un vecino, entraron en un horario en el que el encaragdo no estaba. También desconectaron el teléfono de línea.