La relación con Moyano, eje de disputa en el macrismo
Por ahora prefiere dejar que el agua baje. Esa parece ser la estrategia de Macri frente a la abierta confrontación entre Hugo Moyano y el Gobierno nacional, hasta no hace mucho socios incondicionales.
Consciente de que cada jugada tiene un fuerte olor a campaña electoral, el jefe de Gobierno porteño volvió a emprender un viaje, esta vez por Singapur y Emiratos Árabes, y dejó que la discusión que genera la relación con Moyano vaya por los carriles partidarios.
Así, dentro del macrismo aparecen claras diferencias a la hora de plantear qué camino debe tomar el PRO con respecto a la CGT, con sectores que mantienen el rechazo histórico, y otros que promueven un trato "cordial" con el ahora opositor.
Gabriela Michetti fue la primera que hizo público su posición. Antes del acto del miércoles, la diputada dijo que el PRO no compartía "ni marcha ni reclamo", y acusó a Moyano de no ser "democrático".
Sin embargo, el sector peronista del PRO y algunos integrantes de la Mesa Nacional proponen no confrontar con Moyano, y hasta se animan a dejar la puerta abierta para un futuro acuerdo.
“Hay que mantener un vínculo cordial, no tenso. Es el jefe de la CGT y el secretario de uno de los principales gremios del país”, aseguró el legislador Cristian Ritondo, quien ayer encabezó un acto en La Plata junto a Diego Santilli.
Antes de partir hacia tierras asiáticas, Macri apenas se metió en la disputa entre Moyano y el kirchenrismo, y declaró que el acto en Plaza de Mayo era "un llamado de atención para el Gobierno".
La incógnita que genera cierta inquietud en el entorno del jefe de Gobierno porteño es saber cómo influirá en su carrera presidencial la irrupción del líder de la CGT en el arco opositor.
