Discos de chamamé y un medallón simbólico, los regalos entre Macri y el Papa

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Como en toda visita de un rey o de un jefe de Estado al Papa, la de Mauricio Macri a Francisco finalizó con el habitual intercambio de regalos. El Presidente argentino le obsequió en primer término una réplica de una pieza de alto valor simbólico para un jesuita: la Cruz de Matará, una reliquia jesuítica tallada en madera por un miembro de la tribu nativa de Matará (de allí su nombre), comunidad que habitó los territorios que hoy ocupan las provincias Chaco y Santiago del Estero. Es considerada un símbolo de la evangelización de los aborígenes. Por los símbolos tallados, se estima que la cruz original es de fines del 1500. Además, le regaló un poncho blanco de vicuña y doce CD con chamamés (Macri le comentó el crecimiento de esta música en el país) y tangos.
El Papa, a su vez, le obsequió un medallón con un Olivo tallado que simboliza la unidad en la paz. “Me gusta regalar este medallón a los jefes de Estado porque tiene dos ramos con algo en el medio que los separa, pero que termina luego por unirlos”, le explicó Francisco a Macri. O sea, le entregó un símbolo que compromete a trabajar por la unidad. Además, le obsequió un ejemplar de su exhortación apostólica La Alegría del Evangelio (programática de su pontificado) y otro de su encíclica Laudato Si (Alabado Seas) sobre la problemática del medio ambiente, según publica Clarín.