Una chica de 14 años salvó a su familia de una entradera

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). La escena remite al cine. Un asalto o un ataque y un niño oculto debajo de una cama, escapando de la situación para alertar sobre lo que sucede. Pero no fue parte de una película lo que ocurrió en una casa de dos plantas del barrio Echesortu, en la zona oeste de Rosario; fue la vida real y la heroína, que logró escaparse de las ataduras, esconderse y llamar a la Policía, una adolescente de 14 años.
Su alerta telefónica a través de la línea de emergencias 911 permitió abortar una entradera en una casa de San Juan al 4500, pasadas las 21 del miércoles. Fue luego de que el dueño de la propiedad, de 52 años, fuera atacado cuando entraba por cuatro ladrones armados.
Los asaltantes se metieron con él en la casa. Adentro lo esperaban su mujer, de 50 años, y sus hijas, de 14 y 21. La banda actuó rápido: ató a todos los integrantes de la familia y comenzó a buscar elementos de valor.
Mientras los ladrones revolvían el lugar para encontrar dinero y joyas, la adolescente aprovechó un descuido y logró zafarse de las ataduras, para ocultarse debajo de una cama y llamar a la Policía desde su celular. “Dijo que la familia estaba privada de su libertad en un robo”, explicaron a Clarín fuentes policiales. La llegada de un patrullero fue rápida e interrumpió el asalto.
Los delincuentes huyeron por los techos de las casas vecinas, pero en la carrera uno de ellos se enfrentó a tiros con los agentes. Uno logró escapar; dos fueron detenidos en el lugar y el cuarto se ocultó en lo de una jubilada, que vive a la vuelta de donde fue el robo. La Policía lo encontró cuando intentaba ocultarse en un patio.
Los movimientos del ladrón que escapó fueron captados por las cámaras de monitoreo municipal. Se lo ve huyendo en un Renault Clio gris. Hasta anoche no habían logrado dar con él a pesar de los datos con los que contaban los investigadores.
Los detenidos, de 22, 29 y 46 años, tienen antecedentes por robo. Hoy serán imputados por los delitos de robo calificado y portación de armas de fuego. Como parte del operativo se secuestraron un revólver calibre 38, una pistola calibre 22 y un Chevrolet Cruze que había sido robado el 12 de junio pasado y que desde entonces era utilizado por el grupo para realizar los asaltos.
El episodio generó gran conmoción en el barrio, donde los vecinos se quejaban por los reiterados asaltos. La familia atacada no sufrió lesiones, aunque una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) asistió a sus integrantes.
“Se encontraban en shock, pero por suerte no estaban lastimados. Apenas tenían algunas escoriaciones por el forcejeo con los delincuentes”, precisaron los policías que participaron del operativo, que pareció de película pero fue bien real.