Fuerte señal de Caputo: habrá tasas altas mientras sigue la negociación con el FMI para evitar presión cambiaria

CIUDAD DE BUENOS AIRES ( Compacto Político) La última licitación de títulos efectuada por el Tesoro llegó con señales importantes de parte del Gobierno. La suba de tasas en relación a los precios de los mismos bonos en el mercado secundario refleja la preocupación por sostener la demanda de pesos, en un contexto de mayor incertidumbre internacional y también local.

Daniel Artana, economista jefe de FIEL, consideró que “los niveles de tasa altos que maneja el Gobierno algo nos están diciendo. Es evidente que quieren evitar cualquier ruido mientras no se cierre la negociación con el FMI. Pero hoy para que los inversores se queden en pesos están precisando tasas reales más altas. Es una señal que no se puede obviar”.
La situación de los mercados internacionales desde ya agrega incertidumbre y volvió a golpear a los activos argentinos. Lo más llamativo fue el nuevo incremento del riesgo pais a niveles de 769 puntos básicos. Sin embargo, los tipos de cambio prácticamente no se movieron, aunque a priori este impacto sobre bonos y acciones en alguna medida también debería pegarle como mínimo a los dólares financieros.
El repunte de la inflación que se espera para febrero, sobre todo por el incremento de la carne, también puede justificar que se insista con tasas algo más altas. El Tesoro consiguió de hecho un refinanciamiento del 165% de los vencimientos, lo que implica que se absorbieron del mercado alrededor de 1,74 billones de pesos, depositados en la cuenta en el BCRA, según explicó el propio secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Entre los inversores crece la ansiedad por la marcha de la negociación con el FMI y en qué momento llegará el acuerdo. El ministro de Economía, Luis Caputo, reiteró que será dentro del primer cuatrimestre. Pero para el mercado esperar dos meses más parece mucho tiempo. Además falta despejar incógnitas muy relevantes: a cuánto ascenderá el desembolso para fortalecer reservas y si se podrá mantener el actual régimen cambiario al menos hasta las elecciones de octubre, como paso previo para la salida del cepo. En la medida que se sigan estirando los tiempos, lo más probable es que el mercado local continúe débil y que resulte muy difícil mejorar el balance del Banco Central.