2 abril, 2025

Por las subas de alimentos, la inflación de febrero se mantendría por arriba del 2% y sería más alta que en enero

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Los últimos datos de inflación que relevan las consultoras privadas dan cuenta de que febrero quedará marcado como un mes que registró una aceleración de precios en los alimentos, en especial de los cortes de carne, que tienen un peso muy relevante en la canasta de precios que mide el Indec.

Un informe de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia relevó que el rubro Carnes y Verduras, luego de la baja de retenciones, habría terminado con un aumento de 2,5 por ciento, por lo que el IPC del segundo mes del año sería muy similar al de enero. “La baja de retenciones de fines de enero aumentó el precio al cual los exportadores quedan indiferentes entre vender en el mercado interno y externo -ya que los impuestos de hacerlo en el segundo se redujeron-, impulsando estos rubros”, explicaron.

“En este caso, vale destacar que Verduras arrastraba más de un trimestre con bajas nominales, a la vez que hay ciertos efectos estacionales en Carnes. Por lo tanto, la aceleración no obedece solo al cambio impositivo. Asimismo, la suba del dólar paralelo (2,5% en el promedio mensual, 3,5% entre puntas) también habría sumado ciertas tensiones”, concluyó.

Lo que sucedió con la carne decidirá en gran medida el número final del IPC general. Eso se explica por el peso que el Indec le otorga a ese rubro en la conformación de la canasta que mide los precios de manera mensual. Para el caso del Gran Buenos Aires, carnes explica casi el 7% del total, aunque en otras regiones explica incluso una proporción mayor, como en el Noreste (13,2%) y Noroeste (12,5 por ciento).

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Como contrapartida, la política cambiaria fue una de las razones que explican el proceso de desinflación del último año. El equipo económico utilizó al ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, de 2% mensual hasta este mes, cuando fue reajustado a 1%, como un “ancla” para propiciar una desaceleración de precios, en especial de los bienes, que representan el 65% de la canasta que compone el Índice de Precios al Consumidor.

El Poder Ejecutivo apostará a utilizar aún con mayor decisión el atraso cambiario como instrumento para la desinflación. Esa noción de atraso cambiario, desde ya, es disputada desde el equipo económico, que defiende su esquema: crawling peg por debajo de la inflación, dólar blend, regla de emisión de pesos restringida con venta de dólares en el “contado con liqui” para mantener la brecha bajo control y persistencia del cepo cambiario.

Para Libertad y Progreso, por su parte, el IPC de febrero estará más cerca de 2,3 por ciento y que marzo ya asoma con un nivel similar. El economista de ese centro de estudios Lautaro Moschet comentó que “marzo suele ser un mes con impacto estacional y tiende a registrar una inflación superior a la de febrero. Sin embargo, es importante ser cautelosos, ya que hay dos factores que podrían evitar que la inflación de marzo supere a la del mes anterior”.

“Por un lado, la reducción del ritmo del crawling peg modera el aumento de los bienes transables, contribuyendo a desacelerar la nominalidad de la economía. Por otro lado, el impacto del aumento en el precio de la carne, que se reflejó entre enero y febrero, debería disiparse en marzo, lo que ayudaría a contener el incremento en el rubro alimentos”, mencionó.