2 abril, 2025

El Gobierno oficializó la reducción de impuestos de importación a ropa, calzado y telas

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). En una medida clave para aliviar la presión sobre los precios de los productos textiles y de calzado en Argentina, el Gobierno Nacional tomó la decisión de reducir los aranceles de importación de estos productos: ropa, el calzado, los hilados y las telas. Así quedó plasmado en el Decreto 236/2025, publicado en el Boletín Oficial.

La iniciativa implica una baja significativa de los aranceles de importación establecidos por el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) hace 18 años. En concreto, el arancel para la indumentaria y el calzado se reducirá del 35% al 20%; el de las telas pasará del 26% al 18%; y los aranceles sobre los distintos tipos de hilados se ajustarán de un 18% a un 12%, 14% y 16%. De esta manera, los nuevos aranceles son similares a los que existían antes de 2007, corrigiendo una medida adoptada en ese entonces que nunca fue revisada, pese a que se había previsto un análisis posterior.

En términos prácticos, la reducción de estos aranceles tiene un impacto directo en los precios de los productos importados, lo que permitiría una eventual baja de los precios locales.

“Este ajuste de aranceles rectifica una suba impulsada en 2007, cuando los aranceles fueron incrementados sin la realización de los estudios previos que se habían prometido. La falta de estos estudios, sumada a la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, convirtió a los productos textiles importados en uno de los rubros más onerosos para los argentinos”, detallaron desde la Secretaría de Industria y Comercio.

Y agrega que “la medida se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio del Gobierno por aliviar la carga de la inflación”.

“Con esta política, el Gobierno espera reducir los costos para los consumidores argentinos, permitiendo que los productos textiles y de calzado se acerquen a precios más competitivos en comparación con otros países de la región, mientras se impulsa la oferta local y la competencia internacional”, sumaron desde la Secretaría. Y concluyó: “Este cambio representa un paso hacia la mejora de la accesibilidad de los productos básicos, en un contexto económico donde la lucha contra la inflación es más crucial que nunca”.