2 abril, 2025

La suba de los servicios públicos triplicó a la inflación y podría impactar aún más si se mueve el dólar

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). La frase se repite en muchas familias: “La inflación está bajando pero la plata no me alcanza”. El efecto sobre la economía familiar de los servicios públicos modificó sustancialmente la forma en la que impactan sobre los bolsillos y los presupuestos de cada hogar. Y si en algún momento se produce una aceleración del dólar, podría serlo mucho más.

El dato interanual de marzo reflejó un incremento de la canasta de servicios públicos del 92%, a partir de las actualizaciones de tarifas en los cuatro rubros. En el mismo período, la inflación se elevó un 54%. Justamente en marzo, el informe estimó el aumento tarifario en un 7,7% a lo largo del mes, mientras que la inflación seguramente llegue a la tercera parte de ese porcentaje.

Uno de los cuestionamientos que recibe el actual Gobierno, negado con firmeza por el equipo económico, es la existencia de atraso cambiario. Más allá de esa discusión, lo cierto es que el dólar planchado a lo largo de 2024 impidió que el impacto de las tarifas fuera aún superior. Según explica Einstoss, la cobertura de esos costos llega cerca de la mitad de las tarifas de gas y electricidad que pagan las clases medias y bajas, o al 30% en el caso del boleto de colectivo del AMBA. Esa baja cobertura de costos está “fuertemente influenciada” por el nivel del dólar.

Un nuevo sistema cambiario

“El atraso del tipo de cambio hace más pagables las facturas porque hay un fuerte componente dolarizado dentro de las tarifas. Con un peso fuerte son más pagables para las familias de clase media sobre todo. Si hay una modificación en el tipo de cambio o en la política cambiaria inmediatamente habrá un traslado de esa variación a los costos de prestación de los servicios”, explicó.

A la vez, el análisis que aporta Einstoss abre otra pregunta inquietante, en tiempos en que se discute cuál será el sistema cambiario de la Argentina una vez que se cierre el acuerdo con el FMI. Dejando de lado la posibilidad de un salto devaluatorio abrupto, si el cambio de sistema trae una suba del dólar, la incidencia de las tarifas sobre los bolsillos será aún superior. O bien, se volverá a sembrar el atraso tarifario que, tal como queda claro, en algún momento debe revertirse.

Aunque no forma parte de su investigación, el experto asegura que “intuitivamente” también podría incluirse dentro de los servicios que aumentaron por encima de la inflación en los últimos 16 meses a otros que no son tan imprescindibles como la electricidad pero que son habituales para la clase media. La educación privada, las prepagas o el seguro del auto, entre otros, pueden incluirse en esa lista y también afectan al bolsillo en una margen superior al del índice inflacionario.