Gotkin: "Meldorek era un instrumento para hacer de caja a la Fundación"
El doctor Sergio Schoklender está en serios problemas. Y no es sólo porque se encuentra detenido en el penal de Ezeiza, aislado, diciendo que es inocente, sabiendo que su hermano Pablo pidió evitar compartir pabellón con él. Ahora también el contador Alejandro Gotkin reveló ante el juez Norberto Oyarbide la “operatoria” para desviar hacia las alforjas del parricida fondos públicos que el Estado giraba a la Fundación Madres de Plaza de Mayo para la construcción de casas sociales.
El martes, el magistrado resolvió las detenciones de Sergio y Pablo Schoklender junto a Alejandro Gotkin, acusados de ser partícipes de una asociación ilícita, cometer administración fraudulenta y defraudar al Estado, para evitar que “entorpezcan” la investigación.
“Yo no era organizador de nada. Acataba órdenes, en todo caso, como presidente de Antártica y como presidente de Meldorek, ambas empresas eran instrumentos jurídicos para hacer de caja a la Fundación (Madres de Plaza de Mayo)”, declaró el contador, uno de los tres imputados por asociación ilícita, cuyo jefe, a la postre, resulta ser el autor de Schoklender, Infierno y Resurrección.
La pesquisa que lidera Oyarbide y que se sustancia en la secretaría del doctor Carlos Leyva está a punto de cumplir un año y, a pesar de las críticas por no haber detenido antes a los sospechosos, ha logrado conseguir una cantidad importante de información y medidas de prueba para imputar a los responsables, como en su momento pidió la Cámara.
La gerencia de análisis de información del Banco Central y la División de Investigaciones Patrimoniales de la Policía Federal fueron auxiliares clave para la Justicia, ya que aportaron durante estos meses la data financiera de una ingeniería compleja de desarmar. Sin las pruebas, ni el juez ni el fiscal Jorge Di Lello podrían avanzar con las imputaciones.
Hay que tener en cuenta que el Estado giró aproximadamente 750 millones de pesos a la fundación de Hebe de Bonafini. El objetivo era noble: construir unidades habitacionales con paneles, y que contaban con la particularidad de que podían trasladarse. Sin lugar a dudas eran un éxito, incluso había un plan para exportar el modelo.
Para esta misión, Schoklender, que purgó una pena en la cárcel de Caseros y Devoto por haber asesinado a sus padres, diseñó la constructora Meldorek y la prestadora de servicios Antártica. Las dos presididas por Gotkin, pero en poder de Schoklender.
El 25 de mayo de 2011 toma estado público el hecho de que Schoklender había dejado de trabajar en la Fundación, que hacía tiempo que no era apoderado y que había protagonizado una pelea con su hermano. Desde ese momento, el marido de Viviana Alonso empezó a decir en los medios de comunicación que él nunca firmaba nada, que era todo responsabilidad de Hebe, su ex madre, la que lo adoptó en los penales.
La operatoria
En la declaración a la que Infobae.com accedió en exclusiva, Gotkin afirmó: “Muchísimas veces estaba en contra de las órdenes que se me impartían. Sobre todo en esta operatoria de hacer dinero de cheques. Yo sabía que estábamos cometiendo una falta. Pero lamentablemente la Fundación requería de servicios míos a través de Antártica, un poquito de Meldorek y otras financieras que estaban dando vueltas, para hacerse de dinero en efectivo por varios motivos”.
. “La operatoria era muy sencilla: se metían cheques, se depositaban en una cuenta en este caso, de Antártica y a las 48 horas se devolvía el dinero porque la Fundación no podía disponer del dinero de sus cuentas en efectivo. Para hacerlo requería que Sergio o en su defecto Pablo fueran al banco y lo retiraran por ventanilla”.
. “Sergio no estaba disponible para ir al banco; cuestiones de seguridad, llevaba un ritmo de vida alocado. El banco no otorgaba pagos en efectivo por tratarse de una cuenta nueva. Resultaba más operativo, más cómodo, recurrir a estos servicios de descuento de cheques para financiación”.
Sergio “impartía” las órdenes
. “Por ejemplo: la Fundación tenía casi seis mil empleados, muchos de los cuales me consta que no están registrados por infinidad de motivos; había gente que era indocumentada y tenía temas pendientes con la Justicia. Y muchísima gente no estaba bancarizada. Sergio Schoklender era quien impartía las órdenes o Pablo, en todo caso; eran los dos apoderados, pero yo no tenía cargo operativo”.
. “Yo me vinculo con Pablo a fines de enero de 2009. Me contacta una persona, Daniel Gillert, que era compañero mío de la primaria. Me llama y me dice que voy a tener una entrevista con Pablo por trabajo. Me dijo que fuera a la entrevista que me iba a cambiar la vida”.
. “Mis tareas no iban a tener que ver con la Fundación sino con empresas vinculadas a Pablo, como una imprenta, un restaurante, 3.4, que era una consultora de imagen. Para eso entré”.
. “Después me comenta sobre la existencia de Antártica Argentina, que era una empresa que había comprado el hermano. Esa empresa estaba a nombre de Sergio Schoklender y Patricia Alonso y se iba a ocupar de importar una máquina paneladora de China”.
. “Yo terminé siendo presidente de Antártica, por eso renuncia y me dice que lo mejor era yo sea el presidente de Antártica. Esa paneladora nunca se compró. Se abrió la cuenta y se dejó en stand by y se utilizó para estas enteradas y salidas de cheques”.
La firma de Hebe
. “En la imputación se habla de la falsedad ideológica de un contrato para la construcción de casas móviles, yo no participé. A mi me trajeron el contrato. Hasta donde tengo conocimiento, el contrato lo realizó un abogado de la Fundación, Hugo Gallardo, junto con Sergio, y consistía en la elaboración a cargo de Meldorek de una cantidad de metros de casas móviles, que era el proyecto de Meldorek, la elaboración de casas industrializadas a granel”.
¿Retorno a la Fundación?
. “Se había contratado un valor de memoria de 800 o 1000 dólares el metro, iba a haber un reintegro de Meldorek a la Fundación de aproximadamente 200 dólares el metro.
. “Ese contrato junto con un crédito que tenía Meldorek gestionando desde el mes de octubre de 2010, crédito del Bicentenario que se gestionó con el Banco Nación, conformaban el puntapié inicial de financiamiento que requería Meldorek para seguir con su instalación de fábrica de casas móviles”.
. “Yo firmé el contrato el 27 o 28 de diciembre (2010) y lo dejó para que lo firmara Hebe de Bonafini como presidenta de Madres de Plaza de Mayo. Quiero aclarar que el crédito del Bicentenario nunca llegó”.
. “Sergio me exigía el pago desde Meldorek de unas máquinas a una empresa Geiler y diversos pagos de la obra del Piaget a través de Meldorek, que todo se compensaría con el ingreso del crédito en cuestión, comprometiendo mi firma en numerosos cheques voladores”.
La frase que Sergio Schoklender repitió mil veces el martes a Oyarbide ("Soy inocente, no tengo nada que ver") retumba en los paredones del penal de Ezeiza. Biblioteca, estudios, libros: todo eso tiene la unidad carcelaria Un paisaje que vuelve a la vida del Dr. Schoklender y que había olvidado en 1995.