Constelaciones Familiares: Tomar a tus padres para tomar tu propia vida

CIUDAD DE BUENOS AIRES ( Por Ricardo Mangano). Antes de comenzar esta nota, quiero hacer algunas reflexiones. Hace 5 años escribí una nota sobre las Constelaciones Familiares y la titulé “Tomar a la madre para tomar la propia vida” . En aquel momento todavía no habia sanado la relación con mi padre (estoy en ese proceso y no se me hace fácil). Hay personas que coleccionan frases en verano, para gastarlas en invierno. Hay gente que vive en una primavera permanente de palabras para abastecernos de ellas. María Esther Mangano, era así. A mi madre (que tuvo el coraje de tenerme de soltera), las frases se le caían de los bolsillos del alma. A la negra (como le decían ), las frases se desprendían de ella como el aroma se desprende de la flor. “Nunca olvides recordarme…ni recuerdes olvidarme”, fue lo último que me dijo aquella tarde fría de mayo de 1995, cuando partió, en calma, con la misión cumplida. Admiro a todas las madres, pero sobre todo a todas las madres solteras. Hoy, despues de 20 años de estar en el mundo de las Constelaciones Familiares, puedo asegurar que sanar al padre y tomarlo con todos sus defectos y virtudes, también se hace necesario para encontrar el camino hacia una vida feliz. Al final, desde autoresponsabilidad, siempre afirmé que uno elige el hogar donde nacer, uno elige a los padres que tener, aunque para algunos esto sea polémico. Es mucho más facil, echarle la culpa siempre a los padres, es más facil culparlos, que hacerse cargo. Deberíamos comprender que muchas veces hicieron lo que pudieron.
Todos somos hijos, y todos provenimos de un padre y de una madre; así, cada ser humano es 50% mamá y 50% papá, es nuestro MAPA. Cuando reconocemos a nuestros padres , podemos tomar de ellos por igual y estar en calma con nuestro origen. Esto nos da fuerza y nos permite abrirnos a la vida. La madre nos conecta con la vida y con el equilibrio entre el dar y recibir; el padre nos conecta con el orden, la pertenencia y la fuerza para la Vida. Ver a los padres como una unidad permite separarse de ellos de forma adulta y humilde, y avanzar solo o sola hacia la vida con fuerza. Tomar el amor de los padres es un camino hacia una vida feliz. Los que nos dieron nuestros padres fue perfecto, del resto hay que encargarse uno mismo.
Fue muy difícil escribir sobre estos temas (más allá de mi profesión), después de pasar por experiencias de constelaciones profundas, para sanar la relación con mi madre y ahora también de mi padre. Fue un trabajo difícil, en estos últimos 18 años, pero logré estar en calma con mi historia de vida. En cada taller que participo, no me canso de repetir que las Constelaciones Familiares, son sanadoras y que a mí me salvaron la vida (literal).
Fue necesario desarrollar el espacio interno y externo que me permita tomar la actitud de estar en contacto y presente con todo tal cual es. Fue necesario saber en qué espacio estoy y con que amplitud. Entender que mi dolor y mis miedos, tenían y tienen derecho a estar. Sentir mi movimiento interno para abrir el espacio. Reconocer que muchas veces miro con mala conciencia. Comprender que no hay nada “individual”, sino que todo lo que pasa a uno en su vida, nos pasa a todos. Que no se trata solamente de estos padres, y de este hijo, sino de todos los padres y de todos los hijos. Me abrió la conciencia para las enseñanzas místicas que nos enseñó Thomas Hübl, diciendo que “en lo más universal está representado lo especifico y en lo especifico está representado todo el universo”. Entender que lo rechazado saca su fuerza de nuestra propia resistencia y que todo lo que se rechaza adquiere más fuerza.
Hoy tengo el coraje de mirar con amplitud y decir SÍ. Decir SÍ a tomar a mi madre (también a mi padre) para tomar mi propia vida. Como dijera Sophie Hellinger: “Somos todo, nuestro presente, nuestro pasado y nuestro futuro. Cada uno tiene su camino y su destino”. Estoy en ese camino, con miedos pero presente. Entendiendo que todos debemos trabajar con las sombras que llevamos para sanar heridas, miedos y traer a la conciencia las emociones reprimidas con el fin de lograr una sintonía con el Todo. El encuentro con lo temido, lo rechazado y lo excluido, hará que podamos encontrar el camino para sanar. Esto tambien se lo debo, a mis consteladores como Jazmín Gulí, Alba Cabobianco, pero sobre todo a mis colegas periodistas, (hoy mis maestros), Marta Melgarejo y Luis Grimaldi, quienes me hicieron conocer el camino de la sanación. Me hecieron comprender que todos, abolutamente todos, recibimos marcas tempranas. Que todos tenemos miedo pero debemos entregarnos a ese miedo, decirle SÍ al miedo. Que todos somos únicos, que cada uno tiene una historia especial. Que si le decimos SÍ al sufrimiento, podemos estar presentes en nuestra vida.
Bert Hellinger afirmaba “Todo lo que lamento, lo estoy excluyendo. Todo lo que acuso, lo estoy excluyendo. A cada persona que despierta mi enojo, la estoy excluyendo. Cada situación en la que me siento culpable, la estoy excluyendo. Y yo cada vez más empobrecido. El camino inverso sería: Todo lo que lamento lo miro y digo: si, así fue y te incorporo en mi con todo el desafío que me representa. Haré algo contigo. Ahora te tomo como una fuente de fuerza, sea como fuere. El movimiento básico siempre es el mismo: en lugar de excluir, incorporar”.
Para Hellinger la madre es la pareja, salud, trabajo y dinero. Quien consigue tomar de modo pleno a sus padres , tendrá exito y será feliz. Como uno se coloca frente a sus padres, así enfrenta a su vida y a su profesión. En la medida que una persona rechaza a su madre, rechaza tambien su vida, su trabajo y su profesión. Si rechazas a tu madre, la vida, el trabajo y la profesion te rechazan a ti.
Joël Weser, docente de HellingerSchule®, respecto a ¿Porque siempre se vuelve a la madre? es contundente y afirma que: “la energía de la madre siempre está en el espacio y muchas veces los hijos están abrazando el vacío. Nunca se llega sin la fuerza de la madre. Nada puede reemplazar a encontrarse con conciencia con la madre. Si no tomamos a nuestra madre, no podemos tomar nuestra vida”. Sólo cuando la relacion está lograda, nos preparamos para otras relaciones y creamos condiciones para florecer nuestra vida en todos los sus ámbitos. Hoy puedo decir que eso también es así con los padres.
Despues de muchos años de ser parte del mundo de las Constelaciones Familares, siempre hay que decier SÍ y mirar a todos por igual. Tenemos que salirnos del yo y mirar a las personas con amplitud. Cuando más profunda es nuestra conciencia, podemos mirar a todos por igual. Todos debemos encontrarnos una y otra vez y decir SÍ al NO. Quien tiene el coraje de mirar con amplitud, puede decir que Sí. Si no le decimos SI a nuestro NO, tampoco logramos el espacio necesario. Cuando uno está en su lugar y toma su espacio, se puede decir Sí o NO. Si no estamos en nuestro lugar, nuestro SÍ y nuestro NO, no tienen fuerza. Si no estamos en nuestro lugar no podemos echar raíces, no podemos enraizar. Hay que tomar la amplitud del alma. Ese es el espacio donde se muestra lo esencial. No podemos aprender las Constelaciones Familiares como aprendemos las matemáticas. Se necesita el entendimiento de la filosofía de la vida, la actitud interna de estar relacionado con el todo, tal cual es, por igual y estar siempre presentes. Hay que dejarse guiar por los movimientos del alma. Esto sólo se logra con un crecimiento interno que no se puede aprender a través de recetas.
Cuando tenemos o actuamos con mala conciencia, lo sentimos en el cuerpo. Cuando tenemos o actuamos con buena conciencia, el cuerpo está abierto. La solución, la calma y la reconciliación comienzan en nosotros. La calma empieza en nosotros. Sólo a través de la liberación de los antiguos lazos inconscientes, el verdadero amor, el respeto y los sueños se hacen realidad. Nunca es demasiado tarde para una vida feliz, sin mochilas, aquellas que muchas veces cargamos, que no son nuestras, que no son propias, que nunca fueron sanadas y que les corresponden nuestro sistema familiar.