28 marzo, 2024

Las Madres echaron a Pitu Salvatierra por liderar la toma del Indoamericano

Alejandro Pitu Salvatierra, el militante kirchnerista que lideró la toma en el Parque Indoamericano, fue despedido de su trabajo en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo por su rol protagónico en el conflicto que durante una semana enfrentó al gobierno nacional, de Cristina Fernández de Kirchner, con el de la Ciudad, que comanda Mauricio Macri.
Así lo confirmó el propio Salvatierra al programa “Ahora es nuestra la ciudad”, de radio Cooperativa, en el que señaló que cierra 2010 con un sabor amargo por estar desempleado. “Yo perdí mi trabajo en la Fundación por la toma del predio, yo tengo la mejor, a mi la Fundación me dio mucho, fueron los únicos que me dieron trabajo cuando nadie lo hacía por mis antecedentes, por la dirección en donde vivía”, afirmó el Pitu.
“Terminé tan bien con la Fundación que no me extraña que en no mucho tiempo voy a volver a trabajar en la Fundación”, aseguró el militante K de Lugano, quien contó que está acostumbrado a “venirla remando” hace muchos años y que este episodio no le quita el sueño.
El Pitu encabezó la toma que el 7 de diciembre fue noticia a nivel nacional por la violenta represión que dejó, esa noche, dos muertos. Desde el kirchnerismo negaban haber incentivado la ocupación, pero Perfil.com reveló el 11 de diciembre que Salvatierra era un militante K, de la Tendencia Nacional y Popular que responde al legislador Francisco Tino Nenna y apuntala la candidatura del senador Daniel Filmus en la ciudad.
Telegrama y esperanza. Salvatierra no sabe por qué lo echaron, pero infiere que su rol en la toma fue el detonante. “No tuve una charla muy profunda sobre el tema; recibí el telegrama”, relató el líder de la toma, quien de alguna manera justificó su despido: “Una institución como es la Fundación, con tanto prestigio, creo que en ese momento decidió, inclusive en función de ayudarme, que si yo seguía siendo empleado de la Fundación iban a decir que la toma era promovida por Madres”.
“A mi me llegó el telegrama, pude hablar con algunos representantes de la Fundación, seguimos teniendo la misma relación que siempre, ellos me van a ayudar en lo que me puedan ayudar, y si mañana me sentara con ellos y les pidiera trabajo, no creo que se negarían a dármelo”, confió el Pitu, que con sus gorras, camisetas de fútbol y un megáfono siempre en mano, fue la cara del conflicto.

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