22 mayo, 2025

El Ramos que no conocemos

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La condición de abogado joven e intendente “exitoso” reelecto con el 71% de los votos, no explica la designación de Alejandro Ramos como Secretario de Transporte de la Nación en medio de semejante conflicto.
Su único antecedente en el rubro transporte de pasajeros en la ciudad de Granadero Baigorria es un festival de licencias de remises y taxis como respuesta al casi inexistente sistema de trasporte público de pasajeros que depende de una empresa monopólica que cubre el servicio interurbano y además extiende dos líneas que operan en la ciudad de Rosario.
Su lealtad al Kirchnerismo tiene sus matices según el período que se considere de su ambiciosa y exitosa carrera política. Llegó a ser concejal de la ciudad (2003-2007) de la mano del “Obeidismo” cuando el intendente que lo precedió lo incluyó en su lista.
Ganó la interna para las elecciones de 2007 como candidato a intendente sin referente político a nivel provincial y fue electo intendente de la ciudad apoyando la candidatura a gobernador de Rafael Bielsa.
Esa campaña electoral no tiene precedentes en la ciudad por la incalculable y desconocida cifra invertida en instalar una imagen de “cambio” basada en su condición de joven y profesional. En el mismo sentido utilizó fuertemente la imagen de su candidato a primer concejal, otro abogado que era militante del Peronismo Federal junto a (Alberto y Adolfo) Rodríguez Saa, Luis Rubeo y otros próceres portadores de menemismo.
En el 2009 es donde se podría situar claramente su acercamiento al ministro de planeamiento Julio De Vido y donde comienza a verse en la ciudad el resultado de este nuevo padrinazgo que premió con dinero fresco el cumplimiento de un rol político en la provincia “socialista”.
Finalmente, fue reelecto en 2011. Ya posicionado en otro lugar dentro del Kichnerismo y por supuesto no solo apoyó la candidatura de (Agustín) Rossi sino que incluyó a su ex secretaria de gobierno en un lugar de privilegio dentro la lista de diputados provinciales.
Si la anterior campaña a intendente se caracterizó por la inversión desproporcionada, su última campaña se caracterizó por su desproporcionada agresividad, apelando hasta la utilización (documentada y publicada) de empleados municipales para arrancar toda publicidad opositora del espacio público.
En los últimos años jugó un rol muy activo en el Foro de Intendentes y presidentes comunales justicialistas de Santa Fe frente al gobierno provincial. Su condición de intendente vecino a Rosario lo posicionó en un lugar de privilegio en la disputa por la recuperación de la provincia que es un objetivo inocultable del kirchnerismo, la utilización de su juventud como imagen de “renovación” del PJ y el apoyo financiero para su concepción elitista de ciudad, lograron conformar un típico producto reciclado de la vieja política.
Algunos hitos de su gestión
El inicio de su primer mandato tuvo dos hechos significativos.
La pelea con su primer concejal del Peronismo Federal y con otros sectores del PJ local por la designación de sus secretarios políticos provenientes de su pasado ragbier en Rosario.
El segundo hecho fue el alejamiento de quién lo llevó a concejal, es decir el anterior intendente que terminó una pésima gestión en medio de una catástrofe política desencadenada por una inundación en la ciudad por falta de las más elementales obras de desagues. Ramos presentó en público una pseudo auditoría de la gestión que terminaba con $ 8 millones de déficit inexplicables.
Esta cortina de humo la fabricó para dar una primer imagen de transparencia, atenuar los costos políticos que genera la falta de fondos, duplicar el impuesto municipal, y despedir trabajadores. Aprobado el impuestazo, nunca más se habló de la auditoría pero sí de nuevos impuestazos.

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