10 abril, 2025

Cinco de los siete nuevos directores de YPF pertenecen a La Cámpora

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Con la expropiación de YPF, Cristina Fernandez de Kirchner le abrió otra de las puertas del poder a La Cámpora, la agrupación que conduce su hijo, Máximo, y que ya se integró a más de 200 cargos en el Gobierno, obtuvo bancas en el Congreso (también en Legislaturas provinciales y en los Concejos Deliberantes) y controla otra empresa emblemática para el Estado, Aerolíneas Argentinas.
Estos jóvenes irrumpieron casi en sigilo en la flamante intervención de la petrolera. Junto al viceministro de Economía, Axel Kicillof, llegaron para controlar las áreas de la empresa otros cinco hombres encuadrados en La Cámpora, aunque con un perfil más técnico que militante. Se trata de Rodrigo Cuesta, Nicolás Arceo, Juan Manuel Abud, Emanuel Agis y Juan José Carbajales.
Representan una línea más técnica dentro de La Cámpora, aunque igualmente ideologizada. Tienen títulos de grado y en algunos casos de posgrado, aunque son verticalistas.
La conducción de YPF es compartida con Julio De Vido, designado por Cristina como interventor. El ministro de Planificación se llevó con él a Roberto Baratta, su segundo, y a José María Olazagasti, su secretario privado.
Está claro que De Vido no puede ser prescindible en este emprendimiento. Conoce la matriz productiva energética desde el inicio del kirchnerismo, fue en rigor uno de sus arquitectos. También sabe, con detalle, las obras que se ejecutaron y cómo se llevaron a cabo. Tiene relación con los empresarios y con los sindicatos. Fue de hecho De Vido quien con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, negoció mayor participación de Petrobras en la Argentina el viernes pasado.
Pero queda explícita la decisión de CFK de que la militancia juvenil ocupe el poder, con miras a ser “un traspaso generacional” que la suceda en 2015. O después. Su primer paso lo concretó el año pasado, con la incorporación de los camporistas en las listas legislativas. La designación de Kicillof fue otra de sus medidas en la misma dirección. Ahora, Kicillof tiene más poder que el ministro de Economía y que muchos de sus compañeros del gabinete. En la Casa Rosada dicen que es el propio Máximo en persona quien sugiere los nombres para los cargos que van quedando vacantes y hasta ahora no encuentra ningún obstáculo para avanzar sobre la estructura del Ejecutivo. Al contrario. Todos se subordinan a La Cámpora, hasta el propio vicepresidente, Amado Boudou.
Quién es quién. Rodrigo Cuesta, un hombre de la agrupación de Máximo Kirchner, es abogado, egresado con diploma de Honor de la Universidad Austral, tiene 37 años y llegó al Gobierno junto a Mariano Recalde. Ocupó la dirección de Asuntos Legales de Aerolíneas Argentinas y luego fue nombrado, en enero de este año (con un decreto de Boudou como presidente a cargo) como segundo de la SIGEN, el organismo que conduce Daniel Reposo, ahora candidato a ser jefe de los fiscales.
Dos hombres que están en la intervención provienen del Centro de Estudios para el Desarrollo (Cenda), una agrupación económica de raíz ideológica de izquierda que se dedica al estudio de las estadísticas y que en sus inicios era muy crítica del Indec. Se trata de Nicolás Arceo y Emanuel Agis.
Arceo (39) es subsecretario de Defensa del Consumidor con Kicillof, y lo seguirá siendo. Es economista, con estudios en Flacso. Emanuel Agis (30) también proviene de Cenda, también es economista y es funcionario de Economía, trabajando junto al viceministro.
Juan Manuel Abud tiene 42 años y es abogado. Trabajó en el Ministerio de Economía y fue designado también vocal del ENRE este año. Juan José Carbajales entró a Enarsa también este año. Es un abogado de 37 años que también tiene buen vínculo con el grupo de “juristas” de La Cámpora, Mariano Recalde y Eduardo “Wado” de Pedro.
Cuesta ocupa la Dirección Corporativa de Servicios Jurídicos. Arceo, la Económico Financiera, Abud la de Recursos Humanos, Espinosa la Ejecutiva Upstream, Walter Fagyas, la Ejecutiva Downstream, Agis la Ejecutiva Comercial y Carbajales la de Dirección Participadas.

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