3er Cacerolazo: Cristina perdió el control de la calle

El tercer cacerolazo contra el Gobierno nacional en quince días demostró finalmente que Cristina Fernández, ya sea por impericia, mal diagnóstico o desinterés, ha perdido el control de la calle, un terreno que su marido nunca hubiera cedido y que sabía muy bien qué significa como símbolo, algo de lo que la política tiene y mucho.
Quizás Cristina crea que los cacerolazos, que este jueves (07/06) llegaron en mayor número que antes a la Plaza de Mayo, no son algo para preocuparse y que solo se limitan al ámbito de la Ciudad y sus alrededores o a algunos barrios porteños donde sus habitantes están enojados por las limitaciones a la compra de dólares.
Sea como sea, el Gobierno ya no tiene capacidad de respuesta en la calle. El 54% de los votos obtenidos hace pocos meses parecen no traducirse en lo que ocurre allí.
Además el Gobierno está enfrentado con Hugo Moyano. El camionero era el instrumento principal de Néstor Kirchner para controlar la calle. Durante el conflicto con el campo por la Resolución 125, Hugo apoyó al kichnerismo poniendo los camiones en las rutas y enfrentado a los ruralistas.
El control que tenía Néstor logró incluso que solo una vez el campo ocupara la Plaza de Mayo, en épocas donde las manifestaciones como en el caso de la ocurrida en el Monumento a los Españoles, eran multitudinarias.
También se recuerda a Luis D’Elía y Guillermo Moreno con sus karatecas ocupando la Plaza para evitar que la gente “cope la parada”.
Y por último, cuando Néstor perdió las legislativas de 2009 tras el conflicto con el campo entendió que debía tener a los medios de comunicación de su lado, la cadena nacional no alcanza. De allí surgió la ofensiva sobre el Grupo Clarín, la compra de empresas periodísticas y la Ley de Medios.