El dólar oficial podría saltar 60% para mediados de 2022, según las estimaciones de una reconocida consultora

CIUDAD DE BUENOS ARIES (Compacto Político). El dólar oficial está en la mira de todos. Aunque las comparaciones históricas indican que un tipo de cambio de $100 no está tan atrasado, otras variables hacen temer un salto luego de las elecciones del 14 de noviembre. Un análisis realizado por el Ieral, de la Fundación Mediterránea, estimó que si no se corrige la trayectoria ascendente del gasto público, la divisa debería ubicarse en $162 para mediados del año próximo.
“Para que la política fiscal no desestabilice el frente externo, el 2022 debería corregir una de las dos variables, o el gasto público o el tipo de cambio”, aseguran en el informe que circuló en las últimas horas.
El mercado descuenta que el tipo de cambio oficial deberá ajustarse significativamente en 2022, luego de haber aumentado apenas 1% por mes por lo menos en los últimos seis meses. La principal crítica es que se trata de un ajuste artificial, que sólo es posible mantener con venta de reservas o más cepo. Esta expectativa de una devaluación más acelerada se manifiesta en diferentes ámbitos. Por ejemplo, aumentó fuerte la demanda de bonos ajustados al tipo de cambio oficial. También los importadores apuran todo lo posible el giro de divisas para aprovechar la actual cotización, es decir antes que se produzca un salto. Esa especulación fue la que el BCRA decidió frenar.
Si algo tiene claro todo el mundo es que la suba artificial del dólar oficial a un ritmo de apenas 1% mensual es totalmente insostenible. El Central apuesta a aumentarlo a 2% para el 2022, pero el mercado cree que no será suficiente para despejar los temores
Tanto en el Central como en Economía aseguran que no habrá una devaluación brusca después de las elecciones ni luego de fin de año. El proyecto de Presupuesto 2022 establece que el dólar oficial aumentaría a poco más de $130 para fin de año. Se trata de un ajuste cercano a 2% mensual, es decir el doble del nivel actual.
El objetivo es mantener el actual esquema, consistente en una suerte de “tablita” de devaluación mensual, pero para muchos no sería suficiente con ese ajuste. El aumento del gasto y de la emisión monetaria es una de las explicaciones, pero también las escasas reservas netas que le quedan al Central y que complican el margen de intervención.
El titular del Central, Miguel Pesce, justificó las últimas medidas adoptadas, que implican un endurecimiento del cepo cambiario. Y dio a entender que serán transitorias, hasta que en diciembre se vuelva a equilibrar el mercado cambiario por un mayor ingreso de dólares proveniente de la cosecha fina. La esperanza que tienen en la entidad es que eso les permita volver a comprar divisas en el mercado y mejorar así el volumen de reservas.