La trastienda de la decisión de Karina Milei de echar a Ramiro Marra

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Pasó más de un año y medio desde que Karina Milei decidió que Ramiro Marra debía ser desterrado de La Libertad Avanza. De hecho, corrió al co-fundador del espacio desde el inicio mismo del gobierno de Javier Milei, cuando le vetó la posibilidad de ocupar cualquier cargo nacional, le prohibió el ingreso a los actos libertarios en la Ciudad y le quitó la jefatura del bloque libertario. Pero la secretaria general no blanqueó su férrea determinación hasta anoche, cuando publicó en un escueto tuit que lo echaba por haber votado en contra de sus órdenes en un debate de la Legislatura, hace ya dos meses.

La silenciosa guerra entre “el Jefe” y Marra viene de larga data, pero Milei se mantuvo siempre al margen. Inclusive hoy no tuiteó ni retuiteó ningún mensaje contra el supuesto traidor. Dicen que no se metió en esa discusión por su falta de interés por la política, especialmente, a nivel municipal, aunque se tratara de uno de los distritos más importantes -o el más relevante- del país. Pero también -lo reconocen hasta cerca de Karina Milei- porque tenía una relación de amistad con Marra, que siempre destacó su fidelidad hacia el Presidente, más allá de su entorno. Pero en Casa de Gobierno aseguran que está perfectamente al tanto y de acuerdo con la decisión que tomó su hermana.
En el caso de Santiago Caputo, dejó de hablar con Marra progresivamente después de que Karina Milei le bajó el pulgar. Esto, a pesar de que fue el legislador -con quien había ido al secundario y tenía un vínculo personal- quien le había presentado a los hermanos. Marra llevó a Milei a las oficinas de la consultora MOVE de Caputo en 2021, con la idea de que lo contrataran como consultor de campaña. Pero el estratega lo convenció en una segunda reunión, esta vez en las oficinas de la financiera de Marra, Bull Market; y lo emplearon. Después, la relación entre Caputo y los Mileo derivó en una amistad. Hasta que en 2023, ya ubicados en el despacho presidencial, lo designaron como virtual jefe de Gabinete y tercero en el mando -siempre sin cargo formal-.
Durante el primer año de la administración libertaria, Ramiro Marra quedó marginado, a pesar de todo el mundillo político esperaba que ocupara un puesto de relevancia, como jefe de Gabinete, secretario general, o jefe de Asesores. Karina Milei lo vetó de cualquier cargo y le vetó el ingreso a la Casa Rosada. Pero se cuidó de hablar a viva voz de este enfrentamiento, quizá por su temor.

Marra quedó relegado a la política de la Ciudad, en la Legislatura, donde el bloque libertario se partió en dos. Y durante el año pasado, Karina Milei empoderó a Pilar Ramírez, su espada en la Legislatura, hoy jefa de campaña. En el camino se peleó innumerables veces con Jorge Macri para que le quitara a Marra el nombre del partido y se lo dejara a Pilar Ramírez. En el PRO nunca le facilitaron esa prerrogativa, lo cual enfureció y enfurece a Karina Milei, que hace en el distrito exactamente lo opuesto de lo que pregona Milei a nivel nacional -o así parece-.
Hay distintas versiones sobre los motivos del enojo de la funcionaria nacional. En su entorno cuentan que no le perdonó a Marra que la ninguneara y la subestimara en el inicio de la carrera política de Milei. Otros agregan que lo rechazaba porque “no entendía” que su lugar no era de par, aunque su rol hubiera sido principal en el armado del espacio o hubiera invertido dinero propio. “Se veía como accionista, cuando era un empleado, como lo somos todos los que no somos Javier y Karina”, dijeron en el entorno de los Milei.
Del lado de Marra deslizan que, en realidad, nunca soportó que nadie se acercara más que ella a Javier Milei, o tomara decisiones sin previa consulta con ella. “Todo aquel que levante la cabeza, en este espacio, y con Karina al frente, está condenado”, la describen sus detractores.