Tras las cuatro derrotas del domingo, el PJ quedó al borde de la ruptura en una provincia inexpugnable desde 1983
14 mayo, 2025
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Con las derrotas todavía frescas como consecuencia de las divisiones en cuatro elecciones provinciales el domingo pasado, el peronismo quedó en un escenario de virtual ruptura en La Pampa por la pelea entre el gobernador Sergio Ziliotto, con apoyo de La Cámpora, y el intendente de Santa Rosa, Luciano Di Nápoli, fundador en ese distrito de la organización y luego enfrentado con Máximo Kirchner.
Ziliotto, presidente del PJ pampeano, convocó a elecciones partidarias para renovar las autoridades y buscó armar una lista de unidad, pero Di Nápoli lo desafió con la mirada en los comicios ejecutivos de 2027. El actual mandatario provincial no podrá reelegir y ya arrancaron las pujas para posicionarse en la carrera por la gobernación.
Di Nápoli y Fernanda Alonso -intendenta de General Pico- se perfilan por el peso de esos municipios (entre ambos, el 65% del electorado). Además de Ziliotto y la influencia de Cristina Kirchner a favor de La Cámpora, la incidencia que mantiene el cacique Carlos Verna también gravitará en la definición del candidato peronista.
La Junta Electoral bajó este lunes la lista de Di Nápoli, con el fundamento de que “omitió presentar precandidatos y avales” en los 22 departamentos de la provincia. El intendente retiró al resto de los postulantes para los comicios seccionales y anunció que los dirigentes de su sector abandonarán los cargos en la estructura del PJ.
“No queremos ser parte de un PJ que excluye a los propios afiliados. No hay ‘unidad’ donde unos pocos deciden por todos. Seguiremos construyendo un peronismo abierto, sin proscripciones ni paternalismos”, confirmó Di Nápoli en un comunicado.
La respuesta del gobernador
Del lado de Ziliotto replicaron que el intendente no tenía intenciones reales de competir y que “buscó victimizarse” con un armado que -según el oficialismo provincial- estaba claro que no pasaría los filtros legales para ser validado. “Había errores básicos. Además de no presentar listas en muchos departamentos, ni la candidata a vice tenía dos años de afiliación”, expusieron.
“Yo tengo la responsabilidad de gobernar para todos los pampeanos. Encabezo una lista, pero no necesito sobreactuar nada y tampoco puedo destinarle tiempo. El enemigo está fuera del peronismo y el principal desafío es octubre”, había procurado Ziliotto no profundizar el conflicto hace unos días, cuando Di Nápoli ratificó que le disputaría la presidencia del PJ.
De los tres diputados pampeanos que terminarán sus mandatos, uno integra Unión por la Patria, otro el PRO y otro Democracia para siempre, la escisión del radicalismo. Di Nápoli levantó la vara a la cosecha que por lo general conseguía el PJ, en el poder en la provincia sin interrupciones desde 1983.
La fragmentación de su oferta electoral contribuyó a las derrotas del peronismo en Salta, Jujuy, Chaco y San Luis este domingo. Más allá de la tregua en la provincia de Buenos Aires, con el acuerdo para definir el cronograma electoral como pretendía Axel Kicillof, el cierre de listas será otra prueba no exenta de la posibilidad de un quiebre.
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