El dilema que plantea la vacuna de Sinopharm alrededor del diferimiento de la segunda dosis

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Compacto Político). Hoy llegó al país una nueva tanda de la vacuna Sinopharm contra el COVID-19 elaborada por China, que se sumará a las 384.000 dosis arribadas ayer. Según informaron desde el Ministerio de Salud de la Nación, otro vuelo de Aerolíneas Argentinas arribará este lunes al Aeropuerto de Ezeiza con 371.200 dosis y, el miércoles 28, la empresa Lufthansa traerá las últimas 244.800 dosis de la vacuna de origen chino que fue autorizada para uso de emergencia el 21 de febrero.
De esta manera, la Argentina recibirá a lo largo de esta semana un millón de dosis de Sinopharm, producidas en China, por lo que con estos nuevos cargamentos el país ya habrá tenido un total de 9.932.600 vacunas contra el coronavirus. Así, de los dos contratos que el Gobierno firmó con el Grupo Farmacéutico Nacional Chino quedará por completarse el segundo, ya que falta la entrega de un millón de los cuatro millones de vacunas adquiridas.
Lo oportunamente planificado por las autoridades sanitarias de la Nación en el marco de priorización de primeras dosis de vacunas contra COVID-19 y el diferimiento de segundas dosis -al menos tres meses- continúa vigente para el resto de las vacunas y, en el caso de este insumo de Sinopharm en particular se dará por cumplido con el ingreso de estos 2 millones de dosis en esta etapa.
Es decir, no se diferirá la segunda dosis de la vacuna COVID-19 en las personas que habían recibido la Sinopharm. Hasta ahora no se conoció cuál es la eficacia de la vacuna al recibir solo una dosis. Se sabe que con dos dosis, se consigue el 79% de eficacia. Según se informó, la decisión “ha sido comunicada y acordada en el marco de la reunión de la Comisión Nacional de Inmunizaciones realizada el martes 20 de abril y el Consejo Federal de Salud llevado a cabo el día miércoles 21 de abril”.
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La cartera de salud con la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIM) había recomendado el 26 de marzo pasado diferir la aplicación de las segundas dosis de las vacunas disponibles en el país. Se argumentó en ese momento que la decisión se debía a que había que “considerar la situación epidemiológica, la escasez y la inequidad global en la distribución de vacunas, la aparición de variantes y la evidencia científica”. Se decidió entonces diferir las segundas dosis de cualquiera de las vacunas actualmente disponibles en nuestro país Sputnik V, Covishield/ChadOx-1 y Sinopharm a un intervalo mínimo de 12 semanas desde la primera dosis. Sin embargo, ahora se cambió la medida con respecto a Sinopharm.
“La decisión de posponer se había tomado por la urgencia de proporcionar una protección a las personas en más riesgo de sufrir complicaciones por la infección por el coronavirus, y en base a las extrapolación de los estudios de las empresas AstraZeneca y Janssen sobre una sola dosis que dan buenos resultados. Pero no había datos genuinos sobre la vacuna de Sinopharm”, dijo a Infobae el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Omar Sued. “Esta decisión de dar la segunda dosis de la vacuna entre los 21 y 28 días dará a las personas vacunadas la tranquilidad de que la eficacia será la que se reporta en el estudio con Sinopharm (79%) con este esquema”, agregó.
En febrero, la Sinopharm fue utilizada como primera dosis para docentes, personal de salud y personas entre 18 y 59 años con condiciones de riesgo, ya que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Sanitaria (ANMAT) que había recomendado el uso de la vacuna sólo en menores de 60 años.
El 25 de marzo la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, anunció que la ANMAT evaluó la información disponible y recomendó autorizar el uso de emergencia de la vacuna Sinopharm en el grupo de mayores de 60 años. Así, la vacuna comenzó a utilizarse para avanzar en la inmunización de este grupo de riesgo. Según informaron se han comprado 4 millones de dosis de vacunas Sinopharm para Argentina. Ya se recibió un millón, y se esperan otros dos millones en las próximas semanas.
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La vacuna de Sinopharm fue desarrollada por el Instituto de Productos Biológicos de Pekín y se llama técnicamente “BBIBP-CorV”. Funciona enseñando al sistema inmunitario a fabricar anticuerpos contra el coronavirus. Los anticuerpos se adhieren a las proteínas virales. La vacuna se produjo a partir de virus inactivados, que es una modalidad de inmunización que se ha utilizado durante más de un siglo. Jonas Salk utilizó virus inactivados para crear su vacuna contra la polio en la década de 1950, y son la base de las vacunas contra otras enfermedades, como la rabia y la hepatitis A.
La aplicación de la vacuna no puede producir la enfermedad COVID-19. Porque los virus que se usan para producirla están muertos. La vacuna puede inyectarse en el brazo sin que cause el COVID-19. Una vez dentro del cuerpo, algunos de los virus inactivados son absorbidos por un tipo de célula inmunitaria llamada célula presentadora de antígenos.
Como ocurre con las otras vacunas aún no hay certezas absolutas sobre cuánto tiempo duraría la protección para prevenir las formas graves y la mortalidad que provoca la enfermedad por COVID-19. Es posible que el nivel de anticuerpos disminuya con el paso de los meses. Pero el sistema inmunitario también contiene linfocitos B y T de memoria que podrían retener información sobre el coronavirus durante años o incluso décadas. Como efecto adverso más frecuente, en menos del 10% de los casos produce dolor en el sitio de la inyección. En menor proporción, hinchazón y rush en la piel.
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Recientemente, el principal asesor médico de China, Zhong Nanshan, instó a acelerar la investigación sobre las vacunas COVID-19 para combatir las cepas mutantes del virus, ya que se han informado variantes de COVID-19 en el Reino Unido, Brasil, Sudáfrica e India. “Las vacunas inactivadas de China, desarrolladas por Sinopharm y Sinovac, mostraron una disminución en la tasa de protección contra la variante B.1.351 descubierta por primera vez en Sudáfrica”, dijo Zhong en un foro médico en Guangzhou, provincia de Guangdong, en el sur de China, el sábado.
Hay más de mil cepas variantes circulando en todo el mundo, según los informes. Algunas cepas, incluidas las que se detectaron por primera vez en el Reino Unido, Sudáfrica, Brasil y, más recientemente, en la India, suscitaron una gran preocupación por su mayor infectividad y la posibilidad de eludir la inmunidad. Zhong aseguró que China está intensificando la investigación sobre vacunas contra cepas mutadas.