Mariotto construye su armado y suma poder
Con bendición presidencial, Gabriel Mariotto delinea una hoja de ruta por territorio bonaerense, gestiona encuentros con dirigentes y organiza su desembarco parlamentario con un ambicioso objetivo: construir un armado político de pura cepa kirchnerista que funcione como corsé de otros sectores del PJ, incluido a Daniel Scioli.
La impronta de su gira será similar a la que desplegó durante la campaña: irá con un reducido grupo de colaboradores, sin demasiada estridencia y, esta vez, planea visitar entre cinco y seis ciudades por fin de semana, según confiaron a LA NACION fuentes al tanto del recorrido.
Mariotto se lanzó a apuntalar poder propio aun antes de asumir como vicegobernador. No fue una jugada en soledad. Había sido habilitado aun antes de que se juntara el martes pasado con Cristina Kirchner en la residencia de Olivos para dirimir varios asuntos. Ungido por la Presidenta como compañero de fórmula por su condición de soldado en la batalla mediática, ahora debe ajustar detalles para la transición de su cargo en la jefatura de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). Ayer, compartió en la sede una de las últimas actividades: una jornada con militantes de la juventud K.
En charlas con intendentes y legisladores provinciales, Mariotto predica que soliciten, en público, la rápida resolución judicial para que se aplique el artículo 161 de la ley de medios, que obliga a la adecuación de las empresas y, en los hechos, es una dura estocada al Grupo Clarín. En su mensaje revitaliza así un tema más que espinoso para Scioli, que siempre eludió definiciones tajantes.
Ese cometido lo logró, por ejemplo, hace cuatro días. Después de un cónclave, el intendente de La Plata, Pablo Bruera, se apuró a mencionar la "legitimidad" de la norma sancionada en 2009. La cita fue, además, una primera pulseada ganada por Mariotto. Un día antes, un sector del convulsionado kirchnerismo local intentó bajar el encuentro con el jefe comunal, de vínculo zigzagueante con la Casa Rosada. Alertada del hecho en su ciudad natal, la Presidenta sólo pidió retoques: la charla sobre "profundización del modelo" devino en una reunión protocolar en el Palacio Municipal, junto con senadores electos por la octava sección electoral y sin la presencia de una funcionaria platense cuestionada.
Equipo corto
Mariotto se mueve con un equipo político ínfimo. Está siempre escoltado por su hombre de confianza, Sergio Medviginer, más conocido como "Chiquito", que ostenta el cargo de director de Recursos Económicos y Financieros de Afsca, y lo acompaña en su recorrida por el interior el radical K Roberto Porcaro. En su entorno, se destacan dos jóvenes beneficiados en las últimas elecciones: Santiago Aragón, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Lomas de Zamora, que será diputado nacional, y Santiago Carreras, otro lomense, actual director de la Juventud de la gestión bonaerense y senador provincial desde diciembre.
Con su plan, el vice transita sobre una superficie fangosa. Logró en las últimas semanas, a través de mensajeros, pulir polos de tensión dentro del Gobierno, según reconstruyó LA NACION de fuentes oficiales. Ocurrió con su par en el plano nacional, Amado Boudou, ahora menos activo en el sendero político. Durante la campaña, mantuvieron una relación distante, acicateada por dos motivos: el ministro de Economía, de buena sintonía con Scioli, no invitó a Mariotto a las tertulias que organizó con intendentes de todas las secciones electorales -donde sí asistieron otros funcionarios aliados- y se inmiscuyó en la interna del club Banfield para apoyar al candidato de su rival en el distrito, el intendente Martín Insaurralde.
En paralelo, Florencio Randazzo hizo llegar su buena predisposición a Mariotto. Si bien nunca hubo sobresaltos en el vínculo, el ministro del Interior edificó su base política en la provincia, botín en disputa con otro miembro del Gabinete, el titular de Agricultura, Julián Domínguez. Ahora, deberán lidiar con otro jugador en el mismo territorio..